El expresidente Donald Trump tomó la delantera en la Cumbre Republicana de Florida, opacando al gobernador Ron DeSantis.
Celebrada en Orlando, la Cumbre Republicana, bautizada como un “santuario” para los aspirantes presidenciales del Partido Republicana, mostró un contundente apoyo a Trump.
DeSantis compartió el escenario central de la Cumbre con Trump y a pesar de ser el gobernador de Florida, no obtuvo tanto apoyo de los republicanos como se esperaba.
DeSantis, que habló antes que Trump, optó por no criticar al expresidente. El gobernador destacó sus logros como líder de Florida.
"¡Florida es el modelo! Tenemos la habilidad para ello", afirmó DeSantis, evitando cualquier ataque directo a Trump.
DeSantis sigue sin ganarse la confianza de los republicanos
Por más que lo intente, el gobernador de Florida no encuentra el camino para ganarse el apoyo del Partido Republicano, que sigue prefiriendo a Trump como su candidato presidencial.
En un acto previo a la Cumbre Republicana, DeSantis mostró su descontento con las decisiones del Partido Republicano.
"Hemos sido testigos de una cantidad importante de oportunidades perdidas y estrategias ineficaces dentro del Partido Republicano", admitió DeSantis.
Las diferencias entre Trump y DeSantis se han intensificado. El equipo político del gobernador acusó al expresidente de evitar un debate.
Aunque DeSantis no ha respondido directamente a los comentarios de Trump y su equipo de campaña, el gobernador de Florida señaló que está promoviendo una mentalidad orientada “hacia el futuro y centrada en el liderazgo”.
La lealtad de los republicanos a Trump
Otros candidatos republicanos como Asa Hutchinson y Chris Christie criticaron públicamente a Trump en la Cumbre Republicana, recibiendo un gran rechazo de los asistentes.
Los abucheos a Hutchinson y Christie demuestran la lealtad del GOP hacia Trump, que se mantiene como el favorito para ganar las primarias republicanas.
La respuesta de los republicanos de Florida es una evidencia de la tensión dentro del GOP, especialmente en los últimos días, cuando más se acerca la fase final para los candidatos primarios presidenciales.
La influencia de Trump fue palpable en el estado natal de DeSantis, ya que cinco legisladores que anteriormente apoyaban a DeSantis cambiaron su lealtad a Trump.
A pesar del buen trabajo que ha hecho DeSantis como gobernador, le ha costado consolidarse como el candidato preferido en Florida.
El representante estatal de Florida Randy Fine, dejó de apoyar a DeSantis para unirse al equipo de Trump. El senador Rick Scott también hizo público su apoyo a Trump esta semana.
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