Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos suspendió temporalmente la orden de silencio contra el expresidente Donald Trump en el caso de interferencia electoral de Washington DC.
La orden de silencio contra Trump prohibía al republicano hacer declaraciones sobre posibles testigos del caso o comentarios despectivos de los fiscales involucrados en la investigación federal.
El tribunal detalló que la orden de silencio se suspenderá “hasta que el tribunal de apelaciones escuche el argumento oral sobre la solicitud de Trump de que la orden de silencio se elimine permanentemente”.
Los argumentos orales de Trump están programados para el 20 de noviembre, según el expediente.
Una victoria “a medias” de Trump
La decisión del tribunal sumó una victoria para el equipo legal del republicano, que luchó hasta el final para que se revocara la orden de silenció.
Los abogados de Trump habían expresado que la orden de silencio violaba los derechos de la Primera Enmienda de Trump.
El jueves, el equipo legal del expresidente presentó un documento ante el tribunal para desestimar la orden de silencio impuesta por la jueza federal de distrito Tanya Chutkan de Washington, DC.
Los fiscales de la oficina de Smith dijeron en un documento presentado el mes pasado que la orden era necesaria para "proteger la integridad del juicio y del grupo de jurados".
Señalaron una serie de casos en las redes sociales y en entrevistas donde Trump “difama públicamente a los testigos y comenta muy intencionalmente sobre los temas específicos de su posible testimonio en el juicio”.
La orden de silencio en el juicio de fraude se mantiene
El juez Arthur Engoron, que lleva el juicio federal por fraude contra Trump, mantiene la orden de silencio contra el expresidente. Incluso, Engoron extendió la orden de mordaza a los abogados de Trump este viernes.
Esta última decisión de Engoron se debió a los “reiterados comentarios públicos e improcedentes” del equipo legal de Trump sobre la secretaria judicial del juez.
La instrucción del juez prohíbe a los abogados Christopher Kise, Clifford Robert y Alina Habba hacer cualquier comentario público sobre las discusiones confidenciales entre él y su equipo.
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