La deuda de las tarjetas de crédito en EE.UU., se dispararon hasta alcanzar un máximo histórico en el tercer trimestre de 2023, según un informe de Banco de la Reserva Federal de Nueva York. De acuerdo con la autoridad económica, se registró un aumento del 5% en la deuda con el uso de dinero plástico, en comparación con el trimestre anterior. Lo que se observa es un número creciente de usuarios luchando por mantenerse al día con sus pagos.
Esta escalada de la deuda retrata un escenario en el que los consumidores, tras haber construido un colchón de seguridad financiera durante la pandemia, lo están agotando ahora debido a la escalada de los precios. Economistas consultados por ABC News indicaron que esta carga financiera está afectando gravemente a las personas con bajos ingresos, atrapadas entre el aumento de los costos y los elevados tipos de interés. Además, muchos se han visto obligados a pedir prestado para sobrevivir.
Sin embargo, los especialistas siguen divididos respecto al impacto de esta creciente deuda de las tarjetas de crédito estadounidenses en la economía en general. Algunos lo perciben como una señal de alarma, que sugiere una posible recesión económica y un debilitamiento de la base de consumidores, mientras que otros restan importancia a su riesgo para la economía en general.
La deuda en cifras
Según el banco de la Reserva Federal, la deuda de los hogares aumentó en 228.000 millones de dólares el trimestre pasado, lo que eleva el total a 17.300 millones. Esto incluyó un aumento de 48.000 millones en los saldos de las tarjetas de crédito, hasta 1.080 mil millones, lo que supone el octavo trimestre consecutivo de aumentos interanuales. El efecto inmediato: cada vez más personas se atrasan en los pagos y acumulan deudas.
Los saldos de las tarjetas de crédito son ahora 154.000 millones de dólares superiores a los de hace un año, el mayor incremento anual desde que la Reserva Federal de Nueva York comenzó a hacer un seguimiento de los datos en 1999
¿Qué significa?
La oleada de problemas para pagar con las tarjetas de crédito estadounidenses indica que los consumidores están agotando sus ahorros de la época de la pandemia para hacer frente a la tormenta de los altos costes. Según la Reserva Federal, el patrimonio neto medio de los hogares estadounidenses se catapultó casi un 40% entre 2019 y 2022, superando un máximo anterior establecido a principios de la década de 2000.
Por el contrario, la tasa media de ahorro de los hogares estadounidenses se ha desplomado desde 2022, una repercusión del pico de inflación del verano pasado. "La gente tiene que hacer frente a esto de alguna manera", declaró a ABC News John Sedunov, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Villanova. "Tras agotar los ahorros para lo esencial, recurren al siguiente paso: buscar préstamos".
Las cifras implican que el gasto de los consumidores, que constituye casi las tres cuartas partes de la actividad económica estadounidense y es un componente fundamental del PIB, está parcialmente apuntalado por la deuda.
"El gasto de los consumidores, columna vertebral del PIB, está sostenido en gran medida por la deuda de las tarjetas de crédito estadounidenses y puede que no sea sostenible", advirtió Mary Hansen, profesora de economía de la American University.
Las deudas golpean a los que menos tienen
El aumento de la deuda de las tarjetas de crédito en EEUU también pone de manifiesto la dura realidad a la que se enfrentan las personas con bajos ingresos en medio de una inflación galopante. Un aumento de las tasas de morosidad en varios préstamos al consumo, incluidos los de tarjetas de crédito, automóviles y préstamos estudiantiles, hasta el 3% en un periodo de tres meses que finalizó en septiembre, ilustra esta lucha.
Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, relacionó el aumento de la deuda de las tarjetas de crédito y de la morosidad en EE.UU. con la creciente presión financiera sobre los hogares con menores ingresos, gravemente afectados por el aumento del coste de la vida. Los elevados tipos de interés relacionados con las deudas de las tarjetas de crédito, actualmente cercanos al 21% según Bankrate, agravan aún más sus dificultades financieras.
A pesar de la presión sobre los hogares de renta baja, Christian Weller, profesor de política pública de la Universidad de Massachusetts en Boston, minimizó el impacto sobre la economía en general, atribuyendo el aumento del consumo principalmente al poder adquisitivo de los hogares de renta alta y media. "Estos individuos aún poseen más activos líquidos", observó Weller.
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