La inflación en EEUU se enfrió más de los esperado y cayó al 3,2% en términos interanuales en octubre, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
El dato se ubicó levemente por debajo del 3,3% estimado por los expertos del mercado. Por su parte, la inflación núcleo, que es clave para la Fed y excluye alimentos y energía, bajó a 4%, después de registrar un 4,1% el mes anterior, pese a que se esperaba que se mantuviera sin cambios.
En términos mensuales, el índice general se mantuvo sin cambios en octubre, después de aumentar un 0,4% en septiembre. En cuanto a la tasa interanual, el mes pasado se había ubicado en el 3,7%.
Este dato inesperado ha generado reacciones significativas en los mercados financieros y ha planteado preguntas sobre la dirección futura de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Por su parte, la tasa subyacente aumentó un 0,2%, por encima del 0,3% del mes pasado, mientras que se esperaba otro 0,3%. La tasa anual de inflación que se informó hoy fue la de menor aumento desde septiembre de 2021.
Alivio en Wall Street y explicación de la desaceleración
La reacción en los mercados financieros fue notable, con las tasas de los bonos del tesoro a 2 y 10 años disminuyendo en aproximadamente 15 puntos básicos, alcanzando el 4,87% y el 4,49%, respectivamente. Los futuros del S&P 500 y del Nasdaq también experimentaron aumentos significativos del 1,9% y 2,4%, respectivamente, tras la publicación de los datos de inflación.
Según el Departamento de Trabajo, a través de su oficina de estadísticas, explicó en su informe que "el índice de vivienda siguió aumentando en octubre, compensando una caída en el índice de gasolina y haciendo que el índice desestacionalizado se mantenga sin cambios durante el mes". En ese sentido, señaló que "el índice energético cayó un 2,5% durante el mes, ya que una disminución del 5% en el índice de gasolina compensó con creces los aumentos en otros índices de componentes energéticos".
El Promedio Industrial Dow Jones (^DJI), un barómetro de la salud general del mercado, terminó la jornada con más de 450 puntos al alza, lo que supone una subida de aproximadamente el 1,4%. El índice Russell 2000 (^RUT), que mide las empresas de pequeña capitalización, se disparó cerrando la jornada con una subida superior al 5%.
Expectativa por la reacción de la Fed ante la inflación
La sorpresa en la cifra del Índice de Precios se suma a la incertidumbre sobre la política monetaria de la Fed. Aunque la Reserva Federal recientemente mantuvo su tasa de interés de referencia en un rango de 5,25% a 5,50%, algunos analistas y operadores especularon que la Fed había abandonado la idea de endurecer su política monetaria. Sin embargo, declaraciones posteriores de funcionarios de la Fed, incluido el presidente Jerome Powell, sugieren que la posibilidad de subir las tasas nuevamente sigue sobre la mesa.
El funcionario mantuvo viva la inquietud de los mercados al afirmar que los responsables políticos aún no están convencidos de que sus esfuerzos hayan logrado frenar la inflación hasta la deseada tasa anual del 2%, y no dudarán en aplicar nuevas subidas de tipos si fuera necesario.
A pesar de que el mercado cree firmemente que la Fed ha puesto fin a su endurecimiento monetario, los datos recientes siguen enviando señales contradictorias. Sin embargo, ciertos indicadores sugieren que las expectativas de inflación de los consumidores siguen ascendiendo, probablemente impulsadas por el aumento de los precios de la gasolina y la incertidumbre geopolítica en Ucrania y Gaza.
Opiniones dispares en el mercado respecto a la inflación
La subida de tasas podría ser una herramienta que la Fed utilizará para contrarrestar presiones inflacionarias y mantener la estabilidad económica. Encarecer el crédito podría frenar el consumo y la inversión, contribuyendo a controlar la inflación. Sin embargo, la decisión final dependerá de la evolución de indicadores económicos clave, incluido el informe de empleo y la inflación que se espera antes de la última reunión de la Fed en 2023.
Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial, advirtió a CNBC que, a pesar de la desaceleración actual, es probable que la Fed mantenga su postura severa y siga alertando a los inversores contra la complacencia respecto a la determinación de la Fed de alcanzar el objetivo de inflación del 2% a largo plazo. A pesar de que las subidas de tipos han llegado a su fin, la incertidumbre se cierne sobre la duración del mantenimiento de los tipos de referencia en su nivel más alto en más de dos décadas''.
"La Fed siempre quiere ver más avances, pero parece que la batalla contra la inflación ha llegado a su fin", dijo a Reuters Christopher Rupkey, economista jefe de FWDBONDS. "Con un poco de suerte, la economía evitará una recesión y también obtendrá una inflación más baja".
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