Los legisladores de Texas aprobaron un proyecto de ley que permitirá el arresto de inmigrantes indocumentados. La medida deberá ser aprobada por el gobernador del estado, Greg Abbott.
Con estas medidas, la policía podrá detener a los inmigrantes sospechosos de haber entrado sin ninguna autorización a Texas. Además, los jueces también locales podrán ordenarle a los inmigrantes que abandonen el país.
Esta sería una de las leyes más estrictas sobre inmigración firmada y aprobada en Estados Unidos.
Las polémicas políticas migratorias de Abbott
Por dos años, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha adoptado políticas migratorias estrictas para impedir la llegada de inmigrantes a los cruces fronterizos de su estado.
Una de las medidas ha sido el trasladado de inmigrantes a otras ciudades del país, como Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
Abbott afirmó que ha trasladado a más de 60.000 inmigrantes a las ciudades santuario como parte de sus políticas migratorias que tienen como objetivo descongestionar las ciudades fronterizas de Texas.
Otras de las medidas de Abbott ha sido la colocación de las boyas fronterizas en el Río Bravo o el alambre de púas en los cruces fronterizos para evitar la entrada de inmigrantes.
¿Qué hará la nueva ley de Texas, si es aprobada?
La detención de inmigrantes por los agentes de Texas no es algo nuevo, el gobernador se ha encargado de aplicar “mano dura” contra las entradas irregulares de inmigrantes.
Sin embargo, la nueva ley, no dará el derecho a los policías de Texas de detener a inmigrantes indocumentados, sino también de expulsarlos del país.
La legislación, que todavía debe ser firmada por Abbott, facultaría a toda la policía estatal, incluidos a los agentes situados lejos de la frontera, detener a inmigrantes que sean sospechosos de haber entrado de forma ilegal al país.
Aunque la infracción sería calificada como un delito menor, un juez podría ordenar al inmigrante abandonar el país.
El representante estatal republicano, David Spiller, es uno de los líderes que patrocina la legislación.
Spiller señaló que la ley “no sería aplicada en el caso de los residentes que han estado en Estados Unidos por más de dos años”.
El republicano defendió la medida, y aseguró que tenía “suficientes mecanismos de seguridad”, para evitar arbitrariedades. Además, agregó que será implementada -mayormente- cerca de la frontera.
Por su parte, Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, señaló que sería “casi imposible” aplicar esta medida en otro condado del estado que esté a lo largo de la frontera con México.
McCraw señaló que un agente de la policía “no tendría evidencia” de que el inmigrante cruzó de manera ilegal.
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