En medio de la crisis mundial del fentanilo, otro fármaco llamado gabapentina está ganando terreno en España y desatando la preocupación entre la comunidad médica española y estadounidense.
Hace casi un año la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) advirtió que en diciembre de 2022 este fármaco había encabezado la lista de los medicamentos más recetados en varios estados.
En mayo, la gabapentina fue el quinto medicamento más recetado en todo Estados Unidos.
Recetada originalmente en España para el tratamiento de la epilepsia y el dolor neuropático, la gabapentina, especialmente no opiácea, se utiliza sobre todo por su efecto calmante y para aliviar el dolor crónico.
Este aspecto sedante ha provocado un aumento de la demanda del 50% en España en los últimos cuatro años. El dilema surge cuando la mayoría de los consumidores recurren a un uso no indicado en la etiqueta, descuidando sus posibles efectos secundarios.
¿Qué es la gabapentina?
La gabapentina, un homólogo sintético del neurotransmisor cerebral natural GABA (ácido gamma-aminobutírico), actúa como tranquilizante, aplacando la ansiedad y mitigando las convulsiones cerebrales.
Junto con la pregabalina, estos dos gabapentinoides se anuncian actualmente en España para el tratamiento de la epilepsia, el dolor neuropático, la neuropatía diabética y la neuralgia postherpética. Incluso se recetan para el trastorno de ansiedad generalizada.
Debido a sus propiedades no adictivas, varias organizaciones y empresas han respaldado la gabapentina como sustituto de los opiáceos para el dolor crónico, una epidemia que ha sumido a EEUU en una crisis sanitaria sin precedentes debido a las sobredosis de fentanilo.
Aumento de consumo en España
Según un informe de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el consumo de gabapentina y pregabalina ascendió un 17% entre 2008 y 2016.
Datos recientes de la consultora HMR revelan un aumento de las ventas del 50% en los últimos cuatro años, con más de un millón de envases vendidos sólo en octubre.
Además, una investigación reciente publicada en la Gaceta Sanitaria, la revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública, reveló que la mitad de los consumidores la administran con fines no aprobados.
La misma tendencia se refleja en EEUU, donde la FDA expresó su preocupación. "Nuestra evaluación muestra que las prescripciones de estos medicamentos han crecido, así como su mal uso y abuso".
La gabapentina y la pregabalina se utilizan a menudo fuera de lo indicado para afecciones como el dolor lumbar, la fibromialgia, las migrañas y el síndrome de las piernas inquietas, entre otras.
Estos fármacos desencadenan un estado similar al de la embriaguez, conocido coloquialmente como "drogas budweiser", lo que impulsa su uso recreativo y los consiguientes problemas de salud.
Efectos secundarios
Las autoridades sanitarias informan de efectos secundarios adversos como el aumento de peso y la depresión respiratoria, previamente advertidos por la FDA.
Se han identificado graves trastornos sanguíneos, posibles defectos congénitos del corazón en los fetos y otras complicaciones relacionadas con el embarazo asociadas a la pregabalina. Por lo que no se recomienda consumir durante el embarazo.
En reacción a esto, el Reino Unido clasificó los gabapentinoides como sustancias controladas en 2019.
En un artículo de El País, Francisca González, experta en farmacovigilancia de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), afirmó que el aumento vertiginoso de la demanda tiene su origen en la escalada de restricciones de otros fármacos como las benzodiacepinas y los opioides.
"Cuando quitas de un lado, normalmente se desvía a otro. Y muchas veces, ante la persistencia de los dolores, están combinando varios, lo que puede dar lugar a más problemas", advirtió.