La organización CASA, la más grande el área de Washington y la región, que aboga por los derechos de los inmigrantes, se encuentra en el ojo del huracán, tras las declaraciones que realizara hace unas semanas respecto al conflicto en Gaza, entre Israel y el grupo terrorista Hamás.
El impacto de sus declaraciones ha sido tan negativo para la organización, que hasta una de las fundaciones que los ha apoyado por 15 años decidió cancelar los fondos de $150 mil prometidos para el presupuesto de 2024, después de que políticos locales y estatales se pronunciaran en contra de la publicación.
La crisis surgió después de que los líderes del grupo publicaran el lunes 6 de noviembre una declaración en las redes sociales expresando su solidaridad con los palestinos, mientras la guerra se desata en Gaza, acompañadas de fotografías de empleados de CASA en una manifestación por la paz en Washington, D.C.

Parte de la declaración decía, “Estamos hombro a hombro con innumerables activistas por la libertad de personas de raza negra y morenos de todo el mundo. Condenamos específicamente la utilización del dinero de los impuestos de estadounidenses para promover la violencia actual…Pedimos un alto el fuego inmediato para salvar todas las preciosas vidas y detener la limpieza étnica sistemática del pueblo palestino”.
El post fue retirado el mismo día.
Pese a condenar el acto terrorista de Hamás en gran magnitud contra los israelitas el 7 de octubre, la declaración concluía con la frase “¡Palestina libre ahora!
En otro párrafo de la declaración, que también se publicó en el sitio web de la organización, se leía: “Como gran parte del mundo, nos sumamos a la condena del escandaloso ataque de Hamás en Israel. Nuestros corazones están con los niños inocentes y las familias atrapadas en medio de este horrendo conflicto”.
La reacción fue inmediata por parte de políticos locales e incluso destacados funcionarios electos de Maryland, que interpretaron la publicación con un mensaje antisemita.
Pasada una hora de la publicación, CASA eliminó la declaración en las redes sociales y luego emitió una nueva publicación más corta disculpándose por el lenguaje de la publicación anterior. Pero el daño ya estaba hecho.
Reacción
El concejal de Montgomery Andrew Friedson, vicepresidente del concejo dijo que “la declaración incendiaria e inexacta de CASA es profundamente ofensiva e hiriente. Si bien los tweets fueron eliminados desde entonces, la declaración demostró un desprecio divisivo por la comunidad judía, que ha sido socia firme en innumerables esfuerzos de la organización para apoyar a los inmigrantes en nuestra comunidad a lo largo de los años”, señaló por escrito.
“Si bien aprecio la dedicación de CASA a ‘construir un mundo donde nuestra comunidad pueda vivir libre de discriminación y miedo”, su declaración sugiere que los judíos –y especialmente los judíos de color– no tienen lugar en esa comunidad. Debemos poder defender las vidas palestinas sin disminuir la existencia de vidas judías. Podemos cuestionar las políticas y decisiones gubernamentales sin negar los derechos a la existencia y la autodeterminación. Debemos lamentar todas las vidas inocentes perdidas y reconocer cada pérdida como una tragedia”.
“Espero que CASA se retracte formalmente de la declaración y utilice este doloroso paso en falso como una oportunidad de aprendizaje para colaborar con los líderes y organizaciones de la comunidad judía para reparar el daño y evitar dolores futuros”, agregó.
Críticos señalan que en una de las publicaciones se mostraba un cartel que decía “Del río al mar”, el lema pro palestino como un llamado a eliminar el Estado de Israel.
En bloque
Dos días después del controversial mensaje, el caucus de senadores estatales que representan al Condado de Montgomery —varios de ellos judíos— emitió una declaración en la que sugirió que la financiación estatal de la organización podría estar en peligro.
Un porcentaje importante de los fondos del presupuesto de $30 millones de CASA, provienen de los gobiernos locales, estatales y federales.
"Cuando decimos que el odio no tiene cabida aquí, debemos decirlo en serio", escribieron los legisladores. “No podemos ni permitiremos que el dinero de los contribuyentes subsidie el discurso de odio. A la luz de las publicaciones y declaraciones recientes de CASA, este podría ser un momento apropiado para reevaluar el mecanismo del estado para brindar ayuda financiera y apoyo a nuestra comunidad de inmigrantes. Más específicamente, debemos garantizar que los fondos públicos no se utilicen para promover el antisemitismo y el odio judío. Esperamos que esta sea una oportunidad de aprendizaje para CASA y que se concentren en su misión de ayudar a todas las personas”.
Funcionarios electos, incluidos políticos latinos de alto perfil, dijeron que estaban sorprendidos de que CASA, como organización, quisiera meterse en la complicada y emocional maraña de la política de Medio Oriente, independientemente de las opiniones individuales de los líderes del grupo.
Por su parte la delegada estatal Deni Taveras (D-Prince George’s, Distrito 47B), dijo: "Respeto el derecho de ellos [CASA] a expresarse con respecto a este tema delicado y complejo. Sin embargo, debemos seguir centrados en lo que tenemos la tarea de hacer aquí, a nivel local y nacional, que es mejorar las vidas de los recién llegados y de las familias inmigrantes y brindarles un camino hacia la ciudadanía y la asimilación a la sociedad estadounidense".

Taveras representa al área de Langley Park, donde radica un gran porcentaje de hispanos y se encuentra la sede de CASA.
La delegada Joseline A. Peña-Melnyk (D-Prince George's, Distrito 21), quien es la funcionaria latina de más alto cargo en la Asamblea Estatal, no estuvo disponible para hacer comentarios.
CASA arrepentida, pide disculpas
En una entrevista con El Tiempo Latino, el director ejecutivo de CASA, Gustavo Torres, —quien dirige el grupo desde hace 30 años, convirtiéndolo en un líder de la lucha migrante y servicios sociales—expresó repetidamente su remordimiento y arrepentimiento por la declaración del grupo sobre la guerra en Gaza.
“Cometimos un error y estamos tomándolo muy en serio”, dijo. “Nosotros nos apresuramos a dar una declaración, sin educarnos con nuestros hermanos judíos sobre el trasfondo”.

Más tarde el 16 de noviembre Torres pidió una disculpa oficial. Parte de la carta dice, “Cuando hicimos pública la declaración inicial, queríamos llamar la atención directamente sobre los niños y familias israelíes y palestinos inocentes que se ven atrapados en medio de este horrendo conflicto”.
“Al hacerlo, causamos dolor a queridos amigos y socios. Nuestro mensaje fue erróneo, menoscabó al pueblo israelí, hirió a muchos de nuestros aliados judíos y fue contrario a nuestros objetivos de avanzar hacia la paz. Por eso, lo lamento. Inmediatamente retiramos esa declaración y eliminamos el contenido de las redes sociales”, continuó.
En otro apartado continuó “Ha sido un período doloroso de aprendizaje y crecimiento, y agradecemos que tantos de nuestros socios nos hayan ofrecido recursos y orientación. Y estamos tomando medidas para poner en práctica este aprendizaje. Hemos mejorado nuestros procesos y realizaremos capacitaciones internas sobre prejuicios antisemitas, anti árabes y antimusulmanes”, indicó.
Retiran fondos
La Fundación Harry y Jeanette Weinberg, una de las organizaciones filantrópicas más grandes y poderosas de Maryland, anunció el 14 de noviembre la decisión de retirar la financiación dos semanas después de haberse publicado la declaración.
En una carta a Torres, los líderes de Weinberg escribieron que suspenderían un pago prometido de 150 mil dólares a CASA destinado para 2024 y buscarían eliminar los nombres de los Weinberg de dos centros de empleo que la fundación ayudó a financiar en el área de Baltimore.
La carta, firmada por la presidenta de la junta directiva de la Fundación Weinberg, Paula Pretlow, y la presidenta y directora ejecutiva, Rachel Garbow Monroe, decía que la fundación ha dado a CASA más de $5 millones a lo largo de los años y dijo que redirigirá los $150.000 que debía pagar a CASA “a otra organización sin fines de lucro comprometida a servir a refugiados y solicitantes de asilo en Maryland”.
Programas continuarán, afirma CASA
Torres lamentó el lunes 20 de noviembre, la retirada de los fondos de la Fundación Harry y Jeanette Weinberg. Sin embargo, se mantuvo optimista sobre los programas al señalar que estos no se verán afectados.
“No vamos a cortar fondos absolutamente con los programas, sino que vamos a buscar los fondos”, dijo Torres a El Tiempo Latino. “La financiación proviene de diversas fuentes, incluidos gobiernos locales, estatales y federal, así como varias fundaciones y fondos individuales”, indicó.
“No va a ver ningún cambio en este momento”, aseguró.
CASA mantiene un presupuesto de $30 millones y cuenta con sucursales en Virginia, Georgia y Pensilvania.
“Momento de aprendizaje”
El presidente del Concejo de Montgomery, Evan Glass dijo a El Tiempo Latino: “Este es un momento de aprendizaje y espero que CASA aprenda de ello”.

Glass expresó que después de la declaración que hizo CASA, él conectó a la organización con grupos judíos locales “para entablar una conversación que fomente una comprensión más profunda del trasfondo del conflicto”.
Respecto a la revisión de fondos para la agrupación, el legislador señaló que “nuestras comunidades de inmigrantes continuarán recibiendo el apoyo que necesitan. Independientemente de quien provea estos servicios, vamos a asegurarnos de que estos servicios sean brindados”.
Seguridad y protección en sinagogas y mezquitas
El Concejo de Montgomery recientemente aprobó $1,2 millones en fondos adicionales para proteger instituciones como sinagogas, centros comunitarios judíos y mezquitas, que podrían ser objeto de ataques de violencia en medio de la coyuntura.
Este año CASA obtuvo varios logros. En Virginia, la agrupación hermana CASA en Acción se atribuyó en parte la victoria de los demócratas en las elecciones legislativas. También este año la agrupación ayudó a impulsar una legislación innovadora de control de alquileres en el Condado de Montgomery a principios de este año, firmada por el ejecutivo, Marc Elrich, el 24 de julio.

Sin embargo, termina el año cabildeando para recuperar la confianza de quienes por años han sido sus aliados.
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