La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, COP28, inició este jueves 30 de noviembre en Dubái, en un contexto de unidad global fracturada y preocupación por la influencia de la industria de los combustibles fósiles.
Entorno a esta cumbre climática hay mucha controversia, ya que los anfitriones son los Emiratos Árabes Unidos, un país rico en petróleo.
Está previsto que más de 100 líderes mundiales se dirijan a la reunión el viernes y sábado. Entre los oradores se encuentran el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Rishi Sunak y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, según una lista publicada por la Convención Marco sobre el Cambio Climático.
El presidente de la COP28 defiende el petróleo y el gas
Las opiniones divididas sobre el futuro de los combustibles fósiles salieron rápidamente a la luz este jueves, cuando el Sultan Al Jaber, presidente de la COP28 y director ejecutivo de la compañía petrolera estatal de los Emiratos Árabes Unidos, expresó que considera que la industria del petróleo y el gas puede ser un socio que “lidere el camino” de la transición energética.

Momentos después, Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, agregó que había llegado el momento de “señalar el declive terminal de la era de los combustibles fósiles tal como la conocemos”.
Una de las mayores preguntas abiertas, de cara a la COP28, es cómo el presidente del evento, Sultan Al Jaber, podría dar forma a los procedimientos, dado a su conocida carrera en la industria petrolera.
En su discurso de apertura, Al Jaber comentó que trabajaría para “garantizar la inclusión del papel de los combustibles fósiles” en la cumbre.
Aunque reconoció que la industria energética no estaba haciendo lo suficiente, destacó las promesas de las empresas de reducir las emisiones de metano y alcanzar el cero neto para 2050, sin mencionar que estos objetivos se refieren a las emisiones internas y excluyen las causadas por el uso final de combustibles fósiles.
“Colegas, y dejemos que la historia refleje el hecho de que esta es la presidencia que tomó una decisión audaz de colaborar proactivamente con las empresas de petróleo y gas”, agregó Al Jaber.
¿Los combustibles fósiles pueden ser garantes de la transición energética?
Los comentarios de apertura de Al Jaber reflejaron una visión mundial controvertida en la que el petróleo y el gas pueden desempeñar un papel sustancial en las próximas décadas, ayudados por tecnología que captura las emisiones.

Pero muchos científicos argumentan que esta proyección es peligrosa y se basa en esperanzas indebidas de avances tecnológicos. La Agencia Internacional de Energía, en un informe reciente sobre el sector del petróleo y el gas, calificó de “ilusión” que la solución sean cantidades “inverosímiles” de captura de carbono.
El informe habla sobre un camino hacia el cero neto para 2050: la industria del petróleo y el gas tendría que reducirse sustancialmente, mientras que las empresas que sigan sobreviviendo gastarán mucho más en energía limpia.
En 2022, el sector de los combustibles fósiles invirtió alrededor del 2,5% de su capital en energía limpia; la proporción tendría que ser del 50% para 2030 para alinearse con los objetivos del acuerdo climático de París de 2015.
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