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Pfizer detiene producción de su fármaco contra la obesidad por efectos secundarios adversos

Pfizer fármaco contra obesidad
Captura de Reuters en Youtube

La renombrada empresa farmacéutica Pfizer detuvo recientemente la producción de su fármaco experimental contra la obesidad, "Danuglipron". Esta decisión, fue gracias a los elevados casos de efectos secundarios, que ponen de relieve el proceso de desarrollo de un medicamento contra este trastorno, que sea seguro y tolerable. Esto se produce a pesar de la llegada al mercado de unos cuantos fármacos innovadores contra la obesidad.

El Danuglipron, promocionado como un arma revolucionaria en la batalla contra la obesidad, debía tomarse dos veces al día. Sin embargo, corrió la misma suerte que otros fármacos prometedores pero finalmente descartados. Durante la fase intermedia de los ensayos clínicos, el Danuglipron produjo una pérdida de peso significativa en pacientes obesos. Sin embargo, la incidencia de efectos secundarios no deseados llevó a Pfizer a detener su desarrollo.

La decisión de Pfizer de cesar la producción del Danuglipron se produce seis meses después de que pusiera fin a otro comprimido de una toma diaria debido a la elevación de las enzimas hepáticas. No obstante, Pfizer no abandona por completo sus esfuerzos. El líder farmacéutico ha anunciado que el año que viene se publicarán datos sobre una nueva versión de una toma diaria del fármaco contra la obesidad para orientar el desarrollo futuro.

El reto de crear un fármaco eficaz contra la obesidad no se limita a Pfizer. La historia de los medicamentos contra la obesidad está jalonada de numerosos fracasos a lo largo de décadas.

Varios tratamientos experimentales han sido descartados por las compañías farmacéuticas, rechazados por los organismos reguladores estadounidenses o retirados del mercado debido a sus efectos secundarios adversos. Entre ellos se incluyen la elevación de las enzimas hepáticas, riesgos de cáncer, riesgos cardiovasculares y graves problemas psiquiátricos, incluido el suicidio.

Pfizer enfrenta desafíos en el desarrollo de un fármaco contra el trastorno de obesidad

Un ejemplo de esto fue el Rimonabant, un medicamento contra la obesidad de Sanofi y Aventis. El fármaco fue retirado mundialmente en 2008 debido al riesgo de graves problemas psiquiátricos. Aunque fue aprobado por los reguladores europeos en 2006, el Rimonabant nunca recibió la aprobación de EE.UU. y finalmente fue suspendido en Europa cuando se consideró que sus riesgos superaban a sus beneficios.

A pesar de estos bloqueos, la búsqueda de fármacos eficaces contra la obesidad persiste. La demanda está impulsada por el hecho de que aproximadamente el 40% de los adultos estadounidenses son obesos. Este grupo demográfico se ha convertido en la nueva mina de oro de la industria farmacéutica, con fármacos contra la obesidad como Wegovy y Ozempic.

Estos fármacos han demostrado una pérdida de peso significativa y segura. Sin embargo, el camino hacia el éxito está plagado de fracasos y desafíos, como ilustra la reciente experiencia de Pfizer.

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