La agencia de calificación rebajó su visión de las finanzas del país a negativa, expresando preocupación por el posible costo de los rescates a gobiernos locales endeudados.
En otro golpe para la economía china, la agencia de calificación crediticia Moody's anunció el martes que había emitido una perspectiva negativa para la salud financiera del gobierno y los bonos soberanos.
Moody's expresó preocupación por el posible costo para el gobierno nacional de rescatar a gobiernos locales y regionales y empresas estatales endeudadas. Moody's, que anteriormente consideraba estables las finanzas de China, advirtió que la economía del país se está estabilizando en un nivel menor de crecimiento en momentos en los cuales su enorme sector inmobiliario ha comenzado a contraerse.
El Ministerio de Finanzas de China respondió de inmediato, diciendo que la economía china es resiliente y que los presupuestos de los gobiernos locales podrían resistir la pérdida de ingresos provocada por la desaceleración del mercado inmobiliario del país.
Al mismo tiempo, Moody's reafirmó su calificación crediticia general de A1 para el gobierno chino, nivel considerado medio en la escala de lo que se denota como "grado de inversión" o riesgo generalmente bajo. Una perspectiva negativa en una calificación crediticia no necesariamente se traduce en una rebaja subsecuente, pero sirve como una advertencia de que la calificación existente puede no ser sostenible.
La reducción de la perspectiva crediticia marca no obstante un hito importante para la economía china.
Hasta hace poco, China parecía tener dinero ilimitado para gastar en la red de trenes bala más grande del mundo, una vasta acumulación militar, subsidios a fabricantes y extensos proyectos de construcción en el extranjero.
Hoy día, China enfrenta limitaciones presupuestarias cada vez más serias, desencadenadas principalmente por una fuerte caída en el sector inmobiliario. La construcción de apartamentos, fábricas, torres de oficinas y otros proyectos ha sido la industria más grande del país, representando el 25% de la producción económica. Los apartamentos también son la principal inversión para la mayoría de los hogares, representando tres quintas partes o más de sus ahorros.
Si bien el endeudamiento del gobierno nacional de China ha sido limitado, gobiernos locales y regionales y empresas estatales se han endeudado fuertemente durante los últimos 15 años. El dinero que los gobiernos locales obtuvieron de los prestamistas generó un alto crecimiento económico, pero muchos de ellos ahora enfrentan graves problemas.
Para China, el cambio en la perspectiva crediticia tendrá poco efecto directo en sus finanzas. A diferencia de muchos países, China depende muy poco de préstamos en el extranjero. El gobierno nacional principalmente vende bonos a los bancos estatales del país. Los gobiernos locales y regionales y las empresas estatales también venden bonos a estos bancos.
Pekín enfatizó el liderazgo económico de China durante la crisis financiera mundial en 2008 y 2009, cuando el mercado inmobiliario estadounidense sufrió una corrección brusca. Ahora, China enfrenta una caída similar y posiblemente mayor en el mercado inmobiliario. Docenas de grandes promotores inmobiliarios están insolventes e incapaces de terminar cientos de miles de apartamentos para los cuales ya habían aceptado grandes depósitos.
Los promotores han dejado atrás cientos de millardos de dólares en facturas vencidas a pequeñas empresas y otros contratistas, desencadenando una cascada de problemas de pago. Con la excepción de algunas empresas estatales, los promotores han dejado de comprar tierras para futuras construcciones de viviendas.
La venta de tierras había sido la principal fuente de ingresos para los gobiernos locales. Ahora muchos de ellos enfrentan una crisis a medida que sus ingresos por estas ventas se han desplomado. En su comunicado del martes, Moody's dijo que es probable que el gobierno nacional tenga que ayudar a estos gobiernos a hacer frente al deterioro de sus finanzas.
Las dificultades en el sector inmobiliario han arrastrado el crecimiento económico, contribuido al alto desempleo juvenil y dejado a muchas familias renuentes a gastar dinero.
"El cambio de perspectiva también refleja los mayores riesgos relacionados con un crecimiento económico a medio plazo que se ve como estructural y persistentemente menor y la continua reducción del sector inmobiliario", dijo Moody's.
El Ministerio de Finanzas de China rechazó los argumentos de Moody's. Dijo que aunque los ingresos de los gobiernos locales por la venta de tierras habían disminuido, los mismos gobiernos también están gastando menos para compensar a los residentes cuyas viviendas son demolidas para dar paso a nuevos edificios. El ministerio también afirmó que la economía de China aún tiene un impulso considerable.
China no está sola en ser objeto de las preocupaciones de Moody's. La agencia rebajó su perspectiva crediticia para Estados Unidos a negativa el mes pasado, al tiempo que reafirmaba la calificación AAA de nivel superior del país.
La deuda total es ahora más alta en China, en relación con el tamaño de su economía, que en Estados Unidos.
La calificación crediticia de China fue rebajada por última vez en 2017 por Moody's y S&P Global Ratings. Más recientemente, S&P ha expresado menos preocupación que Moody's sobre la economía china. Varias horas antes del anuncio de Moody's el martes, S&P dijo que creía que China podría evitar replicar la "década perdida" de actividad económica débil de Japón después de su crisis inmobiliaria a principios de la década de 1990.
Fitch Ratings dijo a Bloomberg Television a principios de este año que podría reconsiderar la puntuación crediticia de bonos soberanos de China, pero recientemente afirmó esa calificación con una perspectiva estable.
La economía china ha experimentado un surgimiento accidentado este año después de casi tres años de medidas rigurosas de "cero COVID", que incluyen algunos de los bloqueos municipales más largos y estrictos del mundo.
La economía creció a un ritmo anual del 5,3% de julio a septiembre. Un aumento en la inversión impulsada por la deuda por parte de los fabricantes y un gasto bastante sólido en restaurantes y hoteles compensaron una caída en la construcción de apartamentos.
Los datos de octubre y noviembre han sido mixtos. La inversión sigue siendo fuerte en nuevas fábricas que producen automóviles eléctricos y otros bienes avanzados. Pero la llegada del clima frío ha traído una ola de enfermedades respiratorias en gran parte de China, inicialmente entre los niños, pero también entre los adultos. Esto ha dejado muchos restaurantes y otros lugares del sector de servicios vacíos.
Moody's dijo que el vasto tamaño de la economía china, que es la segunda más grande del mundo después de Estados Unidos, le otorga una considerable capacidad para absorber impactos. El Ministerio de Finanzas estuvo de acuerdo, diciendo que "los fundamentos positivos a largo plazo no han cambiado y seguirán siendo un motor importante para el crecimiento económico mundial en el futuro".
Keith Bradsher - The New York Times
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