El gobierno de Israel proporciona un sistema de alerta civil controlado en una base militar en el centro de Beersheba, una ciudad desértica bíblica.
Funcionarios israelíes se sientan en una pequeña sala de control llena de mapas y monitores, encargados de dirigir el movimiento de civiles aterrorizados en Gaza devastada por la guerra.
El lunes, debajo de un diagrama digital de la Franja, analistas de datos, abogados y traductores de árabe rodearon a un oficial del ejército.
Tenía números de teléfono de líderes militares, comandantes de tanques y decenas de miles de civiles en Gaza, incluida la ciudad sureña de Khan Younis, donde llovieron bombas israelíes y más tarde entrarán las fuerzas terrestres.
El mapa codificado por colores pretendía mostrar dónde se refugiaban más de 2 millones de habitantes de Gaza, el 80% de ellos desplazados.
Utilizando folletos, llamadas y mensajes de texto lanzados desde el aire, e informados por el conocimiento de los planes de batalla, estos técnicos les dicen a las familias desesperadas adónde deben ir a continuación.
Las Fuerzas de Defensa de Israel señalan el sistema como prueba de que están cumpliendo con su obligación bajo el derecho internacional de minimizar las víctimas civiles.
Sistema de alerta civil de Israel
Aunque funcionarios israelíes aseguran que este sistema es uno de los “más inteligentes de las FDI”. Sin embargo, las experiencias de los civiles en Gaza dicen lo contrario.
Los habitantes de Gaza contactados por The Washington Post dicen que el sistema de alta tecnología de Israel no ha sido rival para la brutal realidad de su campaña militar.
En el caos del combate, las directivas israelíes son confusas, vagas o contradictorias, reportaron, y a menudo las envían de un campo de batalla a otro.
Muhammad al-Natour huyó de su casa en la ciudad de Gaza en octubre después de que Israel ordenara a más de un millón de personas en el norte trasladarse al sur. En ese momento, las FDI describieron la mitad sur de Gaza como una “zona segura”. El lenguaje cambió a “zona más segura” en noviembre.
En ninguna parte se ofreció un respiro del bombardeo.
El sábado, mientras los tanques se acercaban a Khan Younis en el sur y los ataques aéreos azotaban la región, Natour huyó nuevamente, evacuando a su familia del abarrotado refugio donde se habían escondido. Fue "aterrador", agregó.
Alaa Rajab, de 34 años, que no tiene acceso a Internet y sólo tiene un servicio telefónico intermitente, agregó The Post que no ha recibido ninguna llamada ni folletos en los últimos días aconsejándole cómo anticiparse al peligro.
"Aunque recibimos folletos, no eran ni claros ni precisos (…) A veces nos aconsejaban que dejáramos una zona por otra, sólo para que nos dijeran que abandonáramos la nueva zona más tarde", agregó Hossam Murad, de 39 años, quien luchaba el martes por descifrar una confusión de señales contradictorias.
Las FDI sostienen que han hecho más que otros ejércitos occidentales en conflictos recientes para llevar a los civiles a los lugares más seguros, comenzando con sus advertencias tempranas de que los habitantes de Gaza deberían abandonar el norte para buscar refugio en el sur.
