Científicos australianos de la Universidad de Queensland han descubierto un intrigante vínculo entre la tenencia de gatos y un elevado riesgo de esquizofrenia.
Este amplio estudio utiliza datos de 17 estudios realizados en 11 países, que abarcan más de cuatro décadas.
La investigación sugiere que los individuos expuestos a los gatos antes de los 25 años tienen casi el doble de riesgo de desarrollar este trastorno mental.
Estos hallazgos han sido destacados en la prestigiosa revista Schizophrenia Bulletin.
El presunto culpable de esta correlación es el parásito Toxoplasma gondii, que se encuentra habitualmente en los gatos domésticos.
Este parásito, que puede infiltrarse en el cuerpo humano a través de la mordedura de un gato, interactúa con los neurotransmisores del cerebro.
Dicha interacción podría desencadenar alteraciones de la personalidad, incitar síntomas psicóticos y conducir potencialmente a la aparición de trastornos psiquiátricos, incluida la esquizofrenia.
Sin embargo, este monumental descubrimiento ha suscitado debates en la comunidad médica.
Discusiones con los científicos de EE.UU.
Investigadores estadounidenses intentaron refutar estas afirmaciones con su propio estudio, en el que participaron 345 personas.
Inicialmente, sus hallazgos no corroboraron el vínculo entre la tenencia de gatos y la esquizofrenia, ofreciendo un breve suspiro de alivio a los entusiastas de los gatos.
Sin embargo, más tarde revisaron su postura inicial, reconociendo la importancia pasada por alto de las mordeduras de gato.
A la luz de este torbellino de investigaciones, los científicos estadounidenses aconsejan a los propietarios de gatos que se aseguren de que sus mascotas felinas se someten a revisiones veterinarias periódicas en busca de parásitos.
Beneficios a través de los riesgos
A pesar de las sorprendentes revelaciones sobre los riesgos potenciales, subrayan al mismo tiempo la plétora de beneficios asociados a tener un gato.
El estudio subraya así la importancia de una tenencia responsable de mascotas y de una atención veterinaria constante.
De hecho, esta investigación ha hecho vibrar a las comunidades científicas y de propietarios de gatos de todo el mundo, arrojando una luz polémica sobre nuestra relación con nuestros compañeros felinos.
La pregunta que resuena es: ¿son nuestros gatos compañeros leales o adversarios subrepticios?
Sin embargo, sólo nuevas investigaciones podrán responder de forma concluyente a esta pregunta.
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