El aclamado entrenador portugués José Mourinho y su equipo, la Roma, llegaron a un acuerdo con la Fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC). Tras las acusaciones de Mourinho contra los árbitros en el partido contra el Sassuolo, ambas partes aprobaron incurrir en una sanción de 20.000 euros cada una.
La Fiscalía había abierto una investigación contra Mourinho tras sus comentarios cuestionando la estabilidad emocional del árbitro principal, Matteo Marcenaro, para un partido de alto riesgo. Mourinho también había criticado al árbitro del VAR, Marco di Bello, sugiriendo un patrón de mala suerte para la Roma bajo su supervisión.
"El árbitro me preocupa, lo hemos tenido tres veces como cuarto árbitro y la sensación es que no tiene la estabilidad emocional para un partido de este nivel", dijo en rueda de prensa sobre Marcenaro, antes de añadir: "Su perfil no me deja tranquilo, ni siquiera el que estará en el VAR, es un árbitro con el que siempre hemos tenido mala suerte".
Multa y una buena causa
La suma total de las multas de la Roma y Mourinho beneficiará a la Asociación Italiana contra la Leucemia, el Linfoma y el Mieloma (AIL), informó la agencia de noticias EFE.
El club emitió un comunicado en el que afirmó: "El AS Roma y el entrenador, totalmente de acuerdo con la valoración del Fiscal Federal, aceptan unánimemente la imposición de una sanción pecuniaria que se destinará íntegramente a la Asociación Italiana contra la Leucemia (AIL)".
Este suceso no es el primer encontronazo de Mourinho con la polémica arbitral en Italia. Anteriormente se ha visto envuelto en desacuerdos públicos con múltiples árbitros en relación con su actuación y sus fallos, lo que le ha ocasionado numerosas suspensiones de partidos. Significativamente, este es el primer caso en el que expresó su descontento antes del comienzo de un partido.
A sus 31 años de edad, Marcenaro se encuentra entre los árbitros más jóvenes de Europa, habiendo oficiado 20 partidos de la Serie A.
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