El mundo del automovilismo llora la muerte del legendario expiloto brasileño Gil de Ferran este viernes.
El ganador de las 500 Millas de Indianápolis murió por un ataque al corazón durante una carrera en el circuito The Concours Club de Opa-Llocka, Florida.
Las noticias estadounidenses confirman que de Ferran, que corría con su hijo menor Luke, dio señales de encontrarse mal, lo que provocó su hospitalización, donde finalmente sucumbió.
¿Quién fue Gil de Ferran?
Nacido en París, pero con un corazón que latía por Brasil, de Ferran inició su impresionante carrera automovilística en la Fórmula 3 británica, consiguiendo un título de campeón en 1992.
Su periplo continuó en Estados Unidos, donde triunfó en los campeonatos de la CART de forma consecutiva en 2000 y 2001.
Su racha de victorias se extendió hasta la Indy 500 de 2003, donde corriendo para el equipo de Roger Penske, de Ferran superó a su compañero de equipo, Helio Castroneves, marcando su última participación.
La leyenda del automovilismo también dejó su huella en las American Le Mans Series, terminando subcampeón en 2009 con su equipo, Ferran Motorsports Acura ARX-01b, consiguiendo victorias en la mitad de las diez carreras.
Como testimonio de sus extraordinarias habilidades, de Ferran ostenta el récord de velocidad media más alta en un circuito cerrado, registrando 388.540km/h en el California Speedway en 2000.
Tras sus logros en la pista, de Ferran contribuyó al mundo del automovilismo como director deportivo del equipo BAR-Honda de Fórmula 1 entre 2005 y 2007, y posteriormente en McLaren de 2018 a 2021.
También aprovechó sus conocimientos como asesor del equipo, colaborando con personalidades notables como Fernando Alonso y Carlos Sainz.
Comunicado de McLaren
McLaren Racing expresó la significativa pérdida a través de un sentido comunicado en las redes sociales.
"Estamos profundamente conmocionados y entristecidos al conocer la pérdida de un valioso miembro de nuestra familia McLaren. Nuestras más sinceras condolencias se extienden a la familia, amigos y seres queridos de Gil de Ferran".
La pérdida de Gil de Ferran deja un vacío duradero en el mundo del automovilismo. Sin embargo, su legado sigue resonando, grabado para siempre en los anales de la historia del mundo de los motores.
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