El comienzo del 2024 en Estados Unidos fue escandaloso: se hicieron públicos los documentos de la demanda en contra el magnate Jeffrey Epstein, por tráfico sexual infantil, en los que se mencionó a decenas de personalidades públicas del país que habrían asistido a la mansión del pedófilo, donde reclutaba niñas para abusarlas.
La publicación del listado puso en jaque a la sociedad norteamericana y nuevamente la lupa se colocó en el drama que padecen millones de menores de edad que son víctimas de abusos sexuales no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero.
Uno de esos oscuros métodos, que el caso del multimillonario pedófilo que se suicidó en la cárcel tras ser acusado, puso sobre el tapete fue el delito conocido como grooming.
Se trata de un tipo de abuso conocido masivamente hace poco tiempo que consiste en el acoso sexual a niños, niñas y adolescentes a través de medios digitales. Sin embargo, los métodos empleados para lograr el objetivo ya fueron usados por Epstein y su socia Ghislaine Maxwell, muchos años atrás. Incluso antes del boom de Internet.
¿Qué es exactamente el grooming?
Para entender un poco más acerca de este tipo de abuso sexual, El Tiempo Latino dialogó con Hernán Navarro, director de la ONG Grooming Argentina y líder en Latinoamérica de la lucha contra este flagelo. Su organización es pionera en la materia y reconocida a nivel mundial en el combate a este delito.
“Refiere a un nuevo tipo de violencia sexual. Hablamos de un abuso sexual sin contacto físico. Este es el cambio de paradigma en la esfera del abuso sexual, donde desde nuestra institución lo entendemos como el delito de mayor gravedad de este siglo en materia digital hacia las niñas, niños y adolescentes”, dijo el experto.
De acuerdo con su explicación y la propia página oficial de la ONG, este delito consiste en acciones desplegadas generalmente por personas adultas, de cara a establecer contacto con fines sexuales.
El origen del concepto
El término de “grooming” tal como se lo conoce en el habla hispana o “child grooming” en el habla inglesa, es un anglicismo que se traduce en conductas de acercamiento o acicalamiento, configurándose como delito en distintos países de América Latina. “No está tipificado de igual manera en las legislaciones de todos los países”, aclaró.
En ese sentido, Navarro explicó que el grooming representa una serie de conductas deliberadamente llevadas a cabo por una persona con el objetivo de contactar a un menor y así ganarse su confianza.
De esta manera, establece “un vínculo emocional a fin de disminuir sus inhibiciones para luego generar un encuentro personal en el mundo físico, o bien, como en la mayoría de los casos, obtener el material de contenido sexual por parte de la víctima para su comercialización, distribución y/o para satisfacer su perversidad sexual”.
Jeffrey Epstein y su madame Maxwell, pioneros en el grooming
Si bien Navarro aclaró que el delito fue incluido hace relativamente poco tiempo en algunas leyes de ciertos países y su campo de acción es internet, los métodos para hacer caer a las víctimas son prácticamente los mismos que usaron Epstein y su socia para engañar niñas menores de edad, décadas atrás.
“El grooming se debe comprender en términos de medio de captación. La antesala de otro tipo de delitos como el tráfico sexual, la trata de persona o la explotación sexual. El caso Epstein retrata el accionar de la pedofilia en su máxima expresión, el tráfico para la explotación sexual mediado por el poder y el control ejercido a través del abuso físico y psicológico”, dijo.
La metodología empleada por la pareja es prácticamente grooming. Según la condena a 20 años emitida por la Justicia de Estados Unidos contra Ghislaine Maxwell, desde al menos 1994, hasta 2004 inclusive, “ayudó, facilitó y participó en el abuso de niñas menores por parte de Jeffrey Epstein, entre otras cosas, ayudándolo a reclutar, preparar y, en última instancia, abusar de víctimas”.
¿Cómo lo hacían Jeffrey Epstein y su cómplice?
De acuerdo con la investigación atrajeron y provocaron que las víctimas menores viajaran a las residencias de Epstein en diferentes estados, “lo que Maxwell sabía y pretendía que resultaría en su preparación y sometimiento al abuso sexual”.
La madame de Jeffrey Epstein intentó hacerse amiga de ciertas víctimas preguntándoles sobre sus vidas, sus escuelas y sus familias. Las llevó al cine o de compras.
También aclimató a las víctimas a la conducta de Epstein simplemente al estar presente en las interacciones de ellas con su jefe.
Esto, con el fin de tranquilizar a las víctimas al brindarles la seguridad y el consuelo de una mujer adulta que aparentemente aprobaba el comportamiento de Jeffrey Epstein. Se ganó su confianza y ejecutó el plan a la perfección.
En el fallo dado a conocer por la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, se incorporó el concepto de grooming pero no el que se conoce hoy sino uno más vinculado a la seducción con engaños y reclutamiento para lograr los abusos.
“Al grooming hay que entenderlo como un proceso, un proceso que puede durar en términos de tiempo, minutos. Por eso hoy estamos hablando del delito con mayor celeridad en el mundo, o muchos años. Nosotros hemos tenido víctimas que lo han padecido de manera sistemática y recurrente por más de cinco años”, explicó Navarro.
Las fases del grooming que Jeffrey Epstein también cumplió
De acuerdo con la ONG que lidera Navarro, hay fases que el deprededador sexual cumple para lograr su objetivo.
Son etapas bien diferenciadas, que “podrán ser reemplazadas y/o alternadas entre sí”:
- 1) Etapa de enganche o entrapment (atrapamiento): Con el objetivo de ganarse la confianza y establecer un vínculo de amistad, en esta etapa el acosador se acerca al niño, niña o adolescente generalmente falseando su identidad y/o su edad, a través de una conversación donde prevalece el intercambio de gustos, preferencias e intereses.
- 2) Etapa de fidelización: En esta etapa el acosador a sabiendas de los gustos e intereses del niño, niña o adolescente profundiza la relación obteniendo una mayor cantidad de datos personales, donde intentará mantener cautiva la atención procurando fidelizar el vínculo a través del intercambio de secretos, confidencias, promesas, etc.
- 3) Etapa de seducción: En esta etapa el acosador seducirá y sexualizará la conversación, generalmente mediante preguntas y/o relatos, para generar en el niño, niña o adolescente un compromiso y/o dependencia emocional.
- 4) Etapa de acoso sexual: Esta etapa se caracteriza por una marcada agresión sexual, implícita o explícita, en la cual el acosador manipula a la víctima a través de la solicitud de imágenes y/o videos íntimos, o bien, la propuesta de un encuentro personal. En aquellos casos en los cuales el niño, niña o adolescente no acceda a sus requerimientos, el acosador ejercerá distintas formas de violencia, tales como: chantaje, extorsión, amenazas o coacciones.
No siempre se llega al abuso sexual físico, pero puede pasar
“Si bien puede haber un encuentro personal producto de ese proceso y por eso es donde lo ubico también como medio de captación, la mayoría de las situaciones comienzan y culminan en el mundo digital, no trascienden a la esfera presencial y física”, aclaró el experto.
Es en base a eso que el caso de Jeffrey Epstein trascendió los horrores imaginables, ya que utilizó los métodos del grooming para saciar las más aberrantes perversiones. Al menos así quedó expresado en el fallo.
“Ese abuso incluyó masajes sexualizados durante los cuales una víctima menor estaba total o parcialmente desnuda, así como masajes sexualizados grupales de Epstein que involucraron a una víctima menor en los que Maxwell estaba presente", señaló.
"En algunos casos, ella participó en el abuso sexual de víctimas menores”, indicó la fiscalía.
Una lucha dispar contra el grooming en Latinoamérica
Navarro lidera la lucha como pocos en el continente contra este delito. Sin embargo, sabe que el camino es largo y por eso promueve desde su ONG que todos los países de la región se unan en una misma causa para establecer acuerdo que permitan castigar el grooming de la misma manera en todos los países.
“Desde Grooming Argentina, creamos la primera red mundial en relación a América Latina (Grooming Latam), que lanzamos en mayo del año 2023 y que hoy consta de casi 20 organizaciones de 13 países. Nos propusimos como eje central construir una norma modelo para toda América Latina”, contó Navarro.
Uno de los problemas hoy es que hay una norma distinta en cada país. De hecho, en algunos lugares como Perú, el grooming se encuentra absorbido por los delitos informáticos, cuando en realidad no lo es. Es un delito sexual, tal como está tipificado en Argentina desde el 2013.
Cómo es la situación en algunos países
Por ejemplo, en Bolivia ni siquiera es delito. “Nos parece inconcebible que en el año 2024, habiendo transitado una pandemia donde la hiperconectividad convirtió a las niñas, niños y adolescentes en personas híper vulnerables, no tengamos legislación acorde para proteger a las infancias y adolescencias en el mundo digital”, lamentó.
Por eso, el gran objetivo que tienen como Grooming Latam, es el de construir una norma modelo homogénea en toda América Latina, para que no solamente los países hablen el mismo idioma, sino para que se proteja el mismo bien jurídico que es la integridad sexual de niñas, niñas y adolescentes.
“Sabemos que tenemos un gran desafío. Por eso decidimos desde Grooming, Argentina, comenzar por Latinoamérica, una una región devastada en esta materia con índices verdaderamente alarmantes”, dijo.
Es que, por ejemplo, México está en primer lugar en materia de producción de la mal llamada pornografía infantil. Perú se ubica en tercer lugar, a nivel global en esa materia o Argentina está entre los diez países con más tráfico de ese de ese material. Los números con espeluznantes y las víctimas son incontables.
Un delito que atraviesa todos los niveles y que se moderniza día a día
A diferencia de lo que podría creerse, las víctimas que caen estas redes pueden ser de cualquier origen social y económico. Ser de una condición humilde o pertenecer a la clase social más acomodada está vinculada con la vulnerabilidad. En palabras de Montoya, “cualquiera chico puede ser víctima”.
Por eso partes de la solución está en la educación sexual en los colegios y la información que se transmita por parte de los Estados.
“No puede ser que estemos educando a los chicos sobre los dinosaurios y no sobre cómo cuidarse de estos riesgos”, dijo Navarro.
El grooming abarca todas las esferas de la sociedad, incluso las más poderosas. El caso de Epstein lo dejó expuesto.
Al respecto, instó a los gobiernos a tomar cartas en el asunto y de una vez por todas, discutir el tema. Según estimaciones de la ONG, para 2030 -si no se hace nada- la pedofilia y este tipo de situaciones van a estar equiparadas a los niveles del narcotráfico por la capacidad, la velocidad y el volumen de contenido que se maneja.
La llegada de la Inteligencia Artificial
Finalmente alertó por los avances en la tecnología. Dijo que que con la irrupción de la Inteligencia Artificial, hoy un pedófilo fácilmente puede desnudar a un niño y luego usar ese material para extorsionar o saciar sus perversiones. O difundir el material y acrecentar aún más una industria que mueves cifras que todavía se desconocen.
“El panorama es muy complejo. creemos que hay un aprovechamiento muy marcado por parte de la pedofilia de esa falta de de conocimiento y de reconocimiento que existe hoy en el mundo”, criticó.
“El pedófilo hoy, a través de la herramienta digital, encontró el vehículo para poder alcanzar la vida de cualquier niña, niño o adolescente. Yo creo que los estados aún no la han discernido. Por eso es se combate con mucha vehemencia el narcotráfico, pero de la misma manera a la pedofilia porque justamente falta reconocimiento”, concluyó.
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