Nikki Haley ha recorrido el Estado del Granito antes de la primera primaria del país, realizando docenas de escalas pequeñas por el estado para acompañar sus grandes asambleas, sirviendo cervezas, comiendo pastel de cumpleaños y dirigiéndose a saludar a los niños pequeños en pequeños grupos.
Esta intensificación de la campaña llega después del tercer lugar de Haley en los caucus de Iowa y en un momento crítico de la carrera, ya que se ha convertido en la única candidata que queda en las primarias contra el expresidente Donald Trump.
También responde a críticas de algunos republicanos que dicen que Haley no ha hecho campaña más agresivamente durante la recta final antes de que los votantes de New Hampshire emitan sus votos. En la víspera de las primarias, las encuestas muestran que Haley va detrás de Trump por un margen de dos dígitos.
El gobernador de New Hampshire, Chris Sununu (R), quien respaldó a Haley, la ha guiado por todo el estado. A principios de este mes, le dijo al Post que cree que Haley puede ganar en la última semana de la campaña de New Hampshire conectando con votantes en todo el estado.
Sununu planeó sus días con al menos media docena de escalas pequeñas, intentando intencionalmente crear un contraste entre su enfoque y el estilo de Trump, a quien describió como un "elitista rico que llega en su jet privado" y "habla a la gente" antes de volar inmediatamente de regreso a casa.
"Nikki va a docenas de eventos por todo el estado conectando con los votantes uno a uno, él no hace nada de eso", dijo a los periodistas el jueves. "[Trump] no tiene otra estrategia que seguir llegando, hacer sus pequeñas asambleas públicas al estilo de un club de campo, subirse a un avión, y volver a Mar-a-Lago, o a donde sea que vaya. Nikki está aquí con la gente, con los votantes. Y así es como impulsas esa participación electoral, y así es como puedes conseguir una victoria."
El jueves, Haley celebró una asamblea pública en Hollis antes de pasar por la tienda de campo Robie en Hooksett, un destino popular para los candidatos presidenciales, donde una placa en la pared conmemora la visita de Jimmy Carter a la tienda en 1975. La atención de los medios hacia Haley ha crecido en New Hampshire, y la tienda estuvo tan llena de periodistas que era casi imposible moverse.
El viernes, fue recibida en una tienda en Newfields por seguidores que le cantaron felicitaciones anticipadas por su cumpleaños. Luego se dirigió a una panadería en Hampton antes de participar en una mesa redonda en una escuela independiente en Manchester, donde escuchó a estudiantes, padres y profesores.
Después entró en una cafetería en Amherst a la hora del almuerzo, donde se detuvo en las mesas y se tomó fotos antes de un encuentro con la prensa.
Ha logrado mantener su energía durante los últimos días frenéticos de escalas consecutivas en el estado, enfocándose en cada sitio para conectarse con los asistentes, mientras es seguida por un gran grupo de reporteros.
El sábado, comenzó el día en Keene, donde habló a una sala llena en un club de campo, y luego se dirigió a Peterborough.
Mientras empezaba a nevar, habló en un evento de "Política y Pizza" en la Universidad Franklin Pierce, y luego se detuvo en un pub donde sirvió cervezas y le presentaron un pastel de cumpleaños. Cumplió 52 años el sábado.
Haley comenzó el domingo con una escala en una cafetería en Derry antes de dirigirse a una escuela intermedia para un mitin. Luego fue a un bar para servir más tragos y luego a un restaurante de mariscos, donde habló con los reporteros y saludó a los votantes que estaban allí para almorzar. Una seguidora de 5 años en el evento le mostró a Haley un dibujo que hizo de ella, y Haley lo autografió.
Luego fue a otro restaurante de mariscos en Seabrook, donde, antes de posar con una langosta viva, informó a los seguidores que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, había suspendido su campaña. Después, Haley se presentó en otro bar con Sununu, donde su hija y yerno ayudaron a servir bebidas, antes de ir a un mitin en Exeter.
El mitin fue el evento más grande de Haley en el estado hasta la fecha, y según la campaña atrajo a más de 1.200 asistentes. Los ánimos estaban altos, y sus seguidores lanzaron camisetas al público y bailaron por el escenario antes de que se les uniera la jueza Judy.
Redacción - The Washington Post.
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