La Corte Suprema de Justicia de Costa Rica dio un paso pionero hacia la igualdad de género. El tribunal puso fin a la antigua tradición que daba prioridad al apellido del padre sobre el de la madre en la identidad de una persona.
Esta decisión histórica permite a los ciudadanos nativos de Costa Rica elegir el orden de sus apellidos, liberándolos de una práctica restrictiva.
¿Es tradición en Latinoamérica llevar primero el apellido del padre?
En América Latina, es típico que una persona lleve los apellidos de ambos padres como homenaje.
Sin embargo, la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Costa Rica desafía el orden convencional, dando libertad a los ciudadanos para decidir el orden de sus apellidos.
El tribunal tomó la iniciativa de revisar una sección concreta del código civil que originalmente abogaba por la precedencia del apellido del padre.
Los magistrados explicaron que este cambio corrige una incoherencia con el principio de igualdad jurídica y con las leyes nacionales e internacionales destinadas a eliminar la discriminación por razón de sexo.
¿Por qué los apellidos se usan en ese orden?
A través de un comunicado de prensa, el tribunal transmitió su convicción de que la práctica mantenida anteriormente estaba arraigada en "normas familiares anticuadas y patriarcales", que eran discriminatorias hacia las mujeres y chocaban con la ley de la Constitución.
El catalizador de esta transformación fue un caso en el que una mujer solicitó invertir sus apellidos, anteponiendo el apellido de su madre al de su padre.
El juez Paul Rueda confirmó que el tribunal deliberó sobre este caso y otros similares, reconociendo que la antigua ley impedía la total libertad de los ciudadanos para configurar su identidad.
Los magistrados subrayaron además que el orden de los apellidos "es una parte crucial de la personalidad de un individuo" y está ligado a sus derechos fundamentales al nombre y a la identidad.
Esta decisión histórica se basa en un proyecto de ley aprobado el año pasado por la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Costa Rica.
Esta legislación anterior también defendía el derecho del ciudadano a determinar el orden de su nombre. En conjunto, estos cambios representan un salto significativo hacia la igualdad de género y la autonomía personal en Costa Rica.