A raíz de las acusaciones que implican a miembros del personal en un ataque de Hamás, Estados Unidos suspende temporalmente la financiación al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) en un comunicado presentado el viernes 26 de enero.
La agencia también despidió recientemente a varios empleados sospechosos de participar en el asalto del 7 de octubre en el sur de Israel, acción que catalizó la congelación de la financiación estadounidense.
La UNRWA, un salvavidas para la asediada población de Gaza en medio de una catástrofe humanitaria instigada por las represalias de Israel al ataque del 7 de octubre, no habló de las repercusiones de la paralización de la financiación estadounidense en sus operaciones.
Comunicado del director de la UNRWA
Philippe Lazzarini, director de la agencia, confirmó el despido de varios empleados tras las acusaciones de su implicación en el ataque, sacadas a la luz por la inteligencia israelí.
El Departamento de Estado de EEUU reveló además que una docena de empleados estaban bajo escrutinio. El personal de la UNRWA en Gaza, casi exclusivamente palestino, asciende a unos 13 mil empleados, entre los que se encuentran una serie de profesionales que van desde educadores hasta personal sanitario.
Lazzarini expresó su conmoción por las acusaciones y prometió exigir responsabilidades a cualquier empleado implicado en actos de terror, mediante acciones penales si fuera necesario. No divulgó detalles concretos sobre el supuesto papel del personal acusado en el ataque.
¿Qué ha pasado desde el 7 de octubre?
En un asalto, los militantes de Hamás rompieron el perímetro de seguridad de Gaza, descendieron sobre las comunidades israelíes cercanas y se cobraron la vida de aproximadamente 1200 personas, en su mayoría civiles, al tiempo que tomaban unos 250 rehenes.
El director de la UNRWA reiteró la condena de la agencia a los ataques del 7 de octubre y exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes israelíes.
El conflicto en curso ya provocó la muerte de más de 26 mil palestinos, la mayoría mujeres y niños, y ha dejado más de 64 mil heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Más de 150 empleados de la UNRWA perdieron la vida en el conflicto, lo que supone el mayor recuento de víctimas que ha experimentado la ONU en un solo conflicto.
La guerra desplazó a más de 1,7 millones de los 2,3 millones de residentes de Gaza, muchos de los cuales buscan refugio en escuelas y espacios gestionados por la UNRWA.
El bloqueo casi total de Israel dejó a la mayoría de la población de Gaza dependiendo de un escaso flujo de ayuda internacional. Según funcionarios de la ONU, alrededor de una cuarta parte de la población se enfrenta ahora a la cruda realidad de la inanición.
Estados Unidos suspende la financiación
Tras esto, el Departamento de Estado expresó su profunda preocupación por las acusaciones contra el personal de la UNRWA y suspende temporalmente la financiación adicional para la agencia.
Estados Unidos, principal benefactor de la agencia, había destinado $340 millones para 2022 y varios cientos de millones más para 2023.
La agencia, creada para apoyar a millones de palestinos desplazados en todo Oriente Próximo, fue acusada a menudo de incitar sentimientos antiisraelíes en sus escuelas y de colaborar con Hamás.
Aunque la administración Trump suspendió la financiación en 2018, el presidente Joe Biden la restableció. Los partidarios de la agencia argumentan que estas acusaciones pretenden restar importancia al antiguo problema de los refugiados.
Mientras tanto, la escalada de violencia en Gaza sigue obligando a los residentes a huir de sus hogares, a medida que se agrava la crisis humanitaria, lo que plantea cuestiones urgentes sobre el futuro de los palestinos.
