El mundo natural nunca deja de sorprendernos, sobre todo cuando exploramos las extensiones celestes del universo. El Telescopio Espacial James Webb (JWST), en su revelación este 29 de enero, nos dejó impresionantes imágenes de galaxias espirales.
Estas impresionantes instantáneas muestran los intrincados detalles de 19 galaxias espirales que brillan en luz infrarroja, con sus brazos repletos de estrellas y sus densos núcleos albergando agujeros negros.
Como parte del proyecto Physics at High Angular resolution in Nearby GalaxieS (PHANGS), el encuentro del JWST con estas galaxias pretende desentrañar la compleja relación entre el gas, la formación estelar y la estructura galáctica.

Características del JWST
A diferencia de su predecesor, el Telescopio Espacial Hubble, el JWST es capaz de captar imágenes tanto en el infrarrojo cercano como en el infrarrojo medio, lo que proporciona una visión más detallada y variada del universo.
En las imágenes de alta resolución de galaxias espirales del JWST, el rojo indica gas y polvo que emiten luz infrarroja, un espectro en el que el JWST destaca especialmente.

Los picos brillantes de difracción en el centro galáctico podrían indicar un agujero negro supe masivo activo o una densa concentración de estrellas.
Eva Schinnerer, científica del Instituto Max Planck de Astronomía, destacó estos picos como señales potenciales de agujeros negros super masivos funcionando a pleno rendimiento.
Las imágenes de la galaxia espiral también revelan un intrigante gradiente de edad entre las estrellas: las que están cerca del centro galáctico son más viejas que las de los brazos.
Reacciones de científicos a las imágenes de las galaxias
Janice Lee, científica del proyecto en el Instituto Científico del Telescopio Espacial, expresó su asombro ante la extraordinaria naturaleza de las imágenes de las galaxias espirales. "Son alucinantes, incluso para nosotros que llevamos décadas estudiando estas galaxias", comentó.
Estas últimas aparecen azules, tras haberse desprendido de sus capullos de gas y polvo, mientras que los cúmulos naranjas indican estrellas emergentes, aún envueltas en su material de nacimiento.
"Estas son las que podemos localizar como las estrellas más nuevas y masivas de las galaxias", comentó Erik Rosolowsky, profesor de física de la Universidad de Alberta.


Cuando se yuxtaponen con las vistas del Hubble de las mismas galaxias, estas imágenes subrayan cómo las diferentes longitudes de onda de la luz pueden revelar u oscurecer diversos detalles galácticos.
El programa PHANGS utiliza telescopios para observar galaxias en luz visible, luz infrarroja, luz ultravioleta y radio.
Los brazos espirales, un rasgo definitorio de estas galaxias y que recuerdan a la Vía Láctea, se asemejan más a ondas que atraviesan el espacio que a movimientos estelares colectivos. Proporcionan una visión inestimable de cómo las galaxias inician, mantienen y detienen la formación estelar.
"Estas estructuras tienden a seguir el mismo patrón en determinadas partes de las galaxias", añadió Rosolowsky. "Su espaciado nos dice mucho sobre cómo distribuye una galaxia su gas y su polvo".