Desde muy joven Alison Flores ya dejaba entrever que su futuro algo tendría que ver con su comunidad. El voluntariado que su madre -Ana- hacía en las escuelas, a la niña le hacía pensar que ella de grande haría lo mismo.
Muchas cualidades, la primera de ellas la perseverancia seguida de un profundo sentido de responsabilidad, moldearon a una joven que desde hace varios años está comprometida en encontrar soluciones a las disparidades y desigualdades de los habitantes en Maryland.
Flores hasta hace algo más de un mes trabajaba para el Gobierno local de Prince George y acaba de asumir el cargo como la primera directora de la Oficina de Asuntos Latinos y Recursos Multiculturales del condado de Anne Arundel.
“Para [alguien], como yo, que creció con unos padres inmigrantes y que tuvieron muchas dificultades para salir adelante es un gran honor y responsabilidad trabajar por mi comunidad. Los latinos somos dedicados a la familia, trabajadores y cuando nos dan oportunidades todo es posible”, dice la directora.
La mayor presencia de latinos en esa jurisdicción motivó al ejecutivo del condado, Steuart Pittman, a proponer al Concejo la creación de esta oficina, la cual fue aprobada en el último trimestre del año pasado y con la selección de Flores se inaugura una nueva etapa. Una de las tareas más importantes que liderará Flores será la elección del lugar donde se construirá el Centro Multicultural Latino.

Alison Flores estos días hace maletas para mudarse a vivir al Condado para el que trabajará conectando a la comunidad inmigrante latina con otras comunidades y con los servicios y programas existentes en Anne Arundel.
Con las expectativas de quien está estrenando un nuevo empleo, Flores está ilusionada con la idea de “crear nuevas cosas que beneficien a la comunidad”. Entre las primeras responsabilidades de su agenda está darle vida y forma al centro multicultural latino.
Alison Flores agrega “He sido bendecida por haber encontrado en mi camino mujeres que me han guiado y alumbrado cuando creía que llevaba el peso del mundo sobre mis hombros. Eso que hubo para mí quiero para quienes lleguen al centro. Que las nuevas generaciones tengan más y mejores oportunidades que las que tuvimos nosotros”.
Para empezar esta obra cuenta con cinco $5 millones aprobados por el Gobierno estatal. Servirán para hacer los estudios de ubicación, el diseño y los conceptos de servicios que se ofrecerán.
Pensando en voz alta cuando ya esté listo el centro, Flores habla de instalar una cocina industrial para entregar certificaciones en manejo de alimentos que les facilite crear negocios o conseguir un empleo o una cancha deportiva para los jóvenes. “Queremos escuchar a la comunidad, este es el momento para que se acerquen a decirnos lo que quieren”, es su llamado.
“He venido para servirles”
Sabe tomarse todas las responsabilidades muy en serio y quiere que la comunidad latina de Anne Arundel se entere que “he venido para servirles”. Esas cuatro palabras habrían alivianado el desconcierto de sus padres cuando llegaron a este país, huyendo de la guerra civil salvadoreña y buscando un mejor mañana.
“He tenido la suerte de contar con unos padres cariñosos y con una red de mujeres de todas las procedencias que no me han dejado caer”, dice Flores, cuando recuerda los momentos en que quería tirar la toalla. Estudiar y trabajar desde los 16 años era demasiado agotador. Ni hablar de irse de fiesta como hacían los de su edad.
Tiene de donde aprender. Desde niña vio a su papá -Arturo- irse antes de que saliera el sol y volver cuando este se había escondido. Aún trabaja limpiando en el mismo restaurante desde hace 30 años. Su madre llegó a tener dos trabajos mientras cuidaba de ella y su hermana menor. Con esos ejemplos a Flores solo le quedó margen para mejorar.

“Estoy orgullosa de donde vengo y lo llevo a donde voy” lo dice acentuando la voz esperando que ese mensaje llegue a los jóvenes y a los niños a los que algún en algún momento le encantaría ser la guía que los ayude a avanzar.
Cuando llegó la hora de escoger la universidad tomó el paquete que económico y el horario que más se ajustó a su presupuesto y a su tiempo. En Catholic University of America en DC estudió sociología con énfasis en paz y justicia.
Entre la universidad y su empleo como dependienta en una farmacia encontró tiempo para enseñar a leer inglés a los niños para que estén listos a la hora de volver a clases y buscar ayuda para las madres adolescentes. En la primaria y la secundaria se aficionó al teatro y al violín; ahora por todas sus ocupaciones lo tiene abandonado.
Su experiencia en el Gobierno local
Hay quienes hablan y ríen con los ojos, Flores es una de ellas. Sus modales suaves y la candidez de su voz son su tarjeta de invitación para que se unan a trabajar. “Donde voy siempre busco dar espacio a otras personas porque juntos podemos hacer más y mejores cosas que estando solos”.
Esa cualidad de aglutinar ideas y propuestas debió ver Sol Espinoza, su mentora y la única maestra latina que tuvo en sus años de universitaria. “Me habló de la oportunidad de trabajar con la concejal Deni Taveras, así empezó mi carrera en el Gobierno”.
De esa experiencia se lleva el haber contribuido a sacar adelante leyes como el acceso al lenguaje, representación legal para quienes están en proceso de deportación o medidas en contra del tráfico humano.
“La concejal Taveras (ahora delegada estatal) es muy dedicada y muy preocupada por crear un ambiente inclusivo y de empoderamiento de la comunidad latina y eso me sirvió para que la ejecutiva de Prince George, Angela Alsobrooks, me llevara a ser el enlace latino de su oficina. Allí estuve dos años”.
Un programa radial y un boletín informativo en español para compartir los recursos del condado, la creación de la junta de asesoría latina y formalizar los canales de comunicación para los latinos son algunos de las metas que ayudó a impulsar desde esa posición.
Antes de dar el salto a Anne Arundel se desempeñó como subdirectora de relaciones comunitarias de Prince George, donde aparte de poner énfasis en la creación de una guía de servicios para quienes llegan a vivir por primera vez en el condado, demostró que su tenacidad es un activo a su favor para “garantizar que las nuevas generaciones no tengan que empezar de cero como les tocó a mis padres y a mí y para que se vea que, aunque sea difícil, siempre lo logramos”.