Un barco fue abandonado por su tripulación tras un ataque de los Houthi en el Golfo de Adén, según informó la United Kingdom Maritime Trade Operations (UKMTO) en la madrugada del lunes. El buque atacado se encontraba a unos 65 kilómetros al sur de Al Mukha, Yemen, cuando se produjo el incidente el domingo, detalló la UKMTO.
La tripulación del buque consiguió refugiarse en un presunto mercante con bandera de Singapur, según informó la empresa de seguridad británica Ambrey. El buque atacado, un carguero con bandera de Belice registrado en el Reino Unido y operado desde el Líbano, fue identificado por Ambrey a través de un comunicado el domingo.
Los rebeldes Houthi de Yemen, respaldados por Irán, reconocieron la autoría del asalto, contrarrestando lo que calificaron de "agresión estadounidense-británica" contra Yemen. "Las fuerzas navales de las Fuerzas Armadas yemeníes llevaron a cabo una operación militar precisa. Atacaron un barco británico, el 'RUBYMAR', en el golfo de Adén", anunció el lunes el portavoz del grupo, Yahya Saree, durante un comunicado.
Saree también afirmó que el barco sufrió "graves daños" y se detuvo por completo, lo que ahora supone un riesgo potencial de hundimiento en el golfo de Adén. Los militares houthis afirmaron además haber derribado sobre Hodeida un avión no tripulado de ataque MQ-9 Reaper de fabricación estadounidense que, según Saree, "ejecutaba misiones hostiles" contra Yemen.
Este incidente se produce tras los ataques estadounidenses dirigidos el sábado contra misiles de crucero antibuque y buques houthis, según confirmó el Mando Central estadounidense.
El lunes también llegaron informes a la UKMTO y a Ambrey sobre dos incidentes en los que se vio implicado un granelero de propiedad estadounidense y bandera griega en el golfo de Adén. Inicialmente, el granelero emitió señales militares de socorro, comunicando un "ataque con misiles", según Ambrey.
El reciente repunte de los ataques coincide con el lanzamiento oficial el lunes de la misión de la Unión Europea (UE) en el Mar Rojo para reforzar la seguridad de la navegación comercial en la región. La operación marítima defensiva, denominada ASPIDES, "restablecerá y salvaguardará la libertad de navegación en el Mar Rojo y el Golfo"
