El jueves 22 de febrero, justo cuando dos potentes llamaradas solares se liberaron, una serie de interrupciones en el servicio de telefonía móvil de AT&T ocurrieron en Estados Unidos.
Llamaradas solares y apagón de AT&T
Las llamaradas solares, clasificadas como X1.8 y X1.7, estallaron en la noche del miércoles y la madrugada del jueves.
Estas erupciones se originaron en una zona del Sol marcada por una "fuerte complejidad magnética" según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
En 1972, una erupción solar similar interrumpió los servicios de telecomunicaciones de larga distancia de AT&T en varios estados. ¿Está relacionada esta reciente llamarada solar con los cortes de hoy?
Opiniones divididas
No todos están convencidos de que existe una relación directa entre las llamaradas solares y los apagones de telefonía.
Ryan French, del Observatorio Solar Nacional, argumentó que estos eventos pueden ser simplemente una coincidencia.
"Las erupciones solares sólo causan degradación radioeléctrica en el lado diurno de la Tierra. Como puede ver a continuación, EEUU no se vio afectado por el evento. Por tanto, se trata de una mera coincidencia"
aclaró French a Fox News.
La AT&T tampoco ha confirmado ninguna correlación entre el reciente apagón y la erupción solar.
¿Qué son las llamaradas solares?
Las llamaradas solares son explosiones intensas en la superficie del Sol que liberan energía y partículas al espacio.
Estos fenómenos ocurren cuando la energía magnética acumulada en la atmósfera solar se libera repentinamente.
Las más grandes, como las recientes de clase X, pueden causar interrupciones en las comunicaciones y redes eléctricas en la Tierra, aunque también pueden desencadenar hermosas auroras boreales.
En diciembre de 2023, el sol lanzó la mayor llamarada solar desde 2017.
El Sol se encuentra actualmente en una fase activa de su ciclo solar de aproximadamente 11 años, lo que puede dar lugar a más fenómenos meteorológicos espaciales y posibles cortes en las comunicaciones.
Mientras el debate continúa, la posibilidad de una influencia cósmica en nuestras comunicaciones terrestres sigue siendo un concepto fascinante