El presidente Joseph R. Biden Jr. y su virtual oponente republicano Donald John Trump comparten algunas similitudes de carácter y antecedentes, una de ellas es que los dos nunca tomaron alcohol en su vida, según expresan ambos políticos norteamericanos.
Son varias las razones para ser unos abstemios declarados
Biden y Trump crecieron en familias ensombrecidas por el fantasma del alcoholismo: el hermano de Trump murió por esa causa y uno de los tíos favoritos de Biden, con quien vivió de niño, era un bebedor empedernido.
Ambos se distanciaron de los circuitos sociales de Washington y Nueva York donde se bebe con regularidad. Rara vez hablan de su costumbre de no beber ni mucho menos presentan su abstinencia como virtud. Trump alguna vez hizo una broma al observar que jamás había tomado una copa de alcohol en su vida.
A lo largo de los años, el expresidente y actual precandidato republicano dicen que la razón principal por la que no bebe es porque fue testigo de la batalla de su hermano Fred con el alcoholismo, que más tarde causó su muerte.
Sus hábitos de bebida eran causa de disgusto paterno, algo que también impresionó a Trump, un hijo que, según los biógrafos, siempre buscaba la aprobación de su padre, un hombre que tenía un carácter fuerte.
"Yo no bebo. Puedo decir honestamente que no he bebido ni una cerveza en mi vida. Es una de mis pocas virtudes", dijo Trump durante una conferencia de prensa. "Nunca he tomado una copa de alcohol. Nunca he tomado alcohol, por la razón que sea. ¿Pueden imaginarse si lo hubiera hecho? Vaya desastre sería. Sería el peor del mundo", agregó.
Perspectivas sobre el consumo de alcohol en la sociedad estadounidense
Gwenda Blair, quien escribió sobre Trump y su familia, dijo que el presidente se dio cuenta a principios de su carrera que ser abstemio le daría ventaja en el salvaje mercado del desarrollo inmobiliario de Nueva York.
Más tarde, como propietario de un casino en Atlantic City, observó que a los jugadores se les atiborraba de trago para que perdieran sus inhibiciones y se mantuvieran cerca de las mesas de juego y las máquinas tragamonedas. “Mientras se bajaban whiskies, él se bajaba Diet Cokes”, expresó Blair.
Por su parte, el actual presidente Joe Biden creció en un hogar lleno de bebedores, en especial su tío Edward, conocido como “Boo-Boo". También lidió con el tema de su hermano menor Frankie quien necesitó rehabilitación y ha tenido deudas de millones de dólares por multas y acuerdos con la justicia por conducir borracho.
El presidente norteamericano es un abstemio declarado, y reconoce lo mucho que le afecta el comportamiento que ha tenido su hermano: "Ya hay bastantes alcohólicos en mi familia", expresó en numerosas ocasiones.
“Dos tercios de los estadounidenses beben alcohol”, dijo Garret Peck, quien dirige Temperance Tours, recorridos de los bares más famosos de la capital estadounidense y escribió ampliamente sobre el consumo de alcohol en Washington”. “Y la mayoría de los washingtonianos también beben alcohol. Es parte de la cultura de la ciudad”.