Gigantes de fondos de EEUU como JPMorgan Asset Management, State Street Global Advisors y Pacific Investment Management Co. se retiraron este mes del CA100+.
Cuando el calentamiento global se politiza, los inversionistas profesionales no pueden realizar adecuadamente su trabajo.
Ese es el mensaje principal de la coalición de inversionistas más grande del mundo sobre el cambio climático después de que varios de sus miembros más grandes abandonaron el grupo este mes.
Climate Action 100+ dijo en un comunicado el lunes que la crisis climática representa "un riesgo financiero cada vez mayor para el valor a largo plazo de los accionistas y la economía en general, y no podemos permitirnos retroceder ahora".
También es un mensaje que repiten varios de los fundadores de la iniciativa.
Tomemos a Betty Yee, ex contralora del estado de California, quien presentó CA100+ a jefes de estado y líderes financieros en un foro en París en 2017. Ella dice que cuando los administradores de dinero de EEUU enfrentan "ataques políticamente motivados " por "considerar los riesgos financieros materiales del cambio climático en sus decisiones", su capacidad para enfocarse en el valor a largo plazo de los accionistas se ve impedida.
"El riesgo climático es un riesgo financiero, punto", dice Yee, una demócrata que formó parte de los consejos tanto del Sistema de Jubilación de Empleados Públicos de California como del Sistema de Jubilación de Maestros del Estado de California.
"El compromiso de los inversionistas para alentar la evaluación corporativa del riesgo climático, incluidas las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero consistentes con el Acuerdo de París, sustenta un enfoque de inversión responsable y efectivo".
Gigantes de fondos de EEUU como JPMorgan Asset Management, State Street Global Advisors y Pacific Investment Management Co. se retiraron este mes de CA100+, y BlackRock Inc. trasladó su membresía a su brazo internacional, lo que significa que la matriz con sede en Nueva York ya no estará afiliada con el grupo climático.
Cada gestor de activos ofreció su propia razón, delicadamente redactada, para sus acciones, pero el subtexto era claro: la guerra de los republicanos y la industria de combustibles fósiles contra la estrategia de inversión en materia ecológica, social y de gobernanza (conocida como ESG por sus siglas en inglés) hace que tomar en cuenta el medio ambiente en sus decisiones de inversión sea más difícil para los inversionistas. Y esa tensión solo irá aumentando a medida que CA100+ entra en una nueva fase en la cual se espera que los firmantes adopten un enfoque más activo.
Sin embargo, campaña anti-ESG o no, los inversionistas tienen el deber de considerar obstáculos materiales, incluido el cambio climático, dice Mindy Lubber, directora ejecutiva del grupo ambiental estadounidense Ceres, que ha estado involucrada en CA100+ desde sus inicios.
Aunque los inversionistas no son científicos ni activistas ambientales que "protestan frente al ayuntamiento", tienen la obligación de considerar los desafíos para sus carteras de un planeta en calentamiento, dice.
"Este es un riesgo financiero y necesita ser analizado", advierte Lubber. "Es lamentable que sea víctima de un debate político. Mi esperanza es que suficientes entidades se levanten y digan que actuarán sobre el riesgo, no por política, ni siquiera por su opinión sobre el cambio climático, sino por su deber fiduciario de evaluar las cifras y actuar en base a ellas".
Lubber recibió una citación el año pasado del presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan (R-OH), buscando documentos relacionados con lo que él alega es la posibilidad de "colusión anticompetitiva en la industria de inversiones" relacionada con ESG. CA100+ también ha sido objetivo de la campaña anti-ESG del Partido Republicano.
A nivel estatal, ha habido más de 160 propuestas atribuibles en gran parte a legisladores republicanos que buscan prohibir a inversionistas y empresas considerar factores ESG al tomar decisiones financieras.
Entonces, puede que no sea sorpresa que Lubber diga que la campaña del GOP ha ralentizado la acción de los inversionistas frente al cambio climático.
Aun así, incluso con los ataques, los fundadores de CA100+ insisten en que su misión ha prosperado. "Hay evidencia clara de un progreso demostrable del cual todos podemos estar orgullosos", dice Yee.
CA100+ señala el número de inversionistas que respaldan la campaña (ha aumentado a más de 700 desde que el grupo comenzó con 225); el número creciente de empresas que el grupo rastrea que han hecho compromisos de cero neto; y el número creciente de empresas que han implementado supervisión de su junta respecto a los riesgos y oportunidades que representa el cambio climático.
Sin embargo, incluso con una mayor conciencia de los riesgos climáticos, las emisiones continúan aumentando. Según la propia evaluación de CA100+, los principales contaminadores globales que cubre, empresas incluidas BP Plc, Exxon Mobil Corp. y Glencore Plc, no se están moviendo lo suficientemente rápido para alinearse con un futuro en el que el calentamiento global se limite a 1,5C. En algunos casos, están empezando a retroceder en el poco progreso que han hecho.
Stephanie Maier, directora global de sostenibilidad de GAM Investments y miembro fundador del comité directivo de CA100+, dice que el grupo ha ayudado a dar forma al mensaje referente al papel que juegan los inversionistas al interactuar con las empresas. Aun así, concede que hay un límite para lo que pueden lograr, incluso si no están obstaculizado por ataques políticos.
"Se reconoce que los inversionistas solos no pueden mover a las empresas para reducir la huella de carbono de la economía global", dice. Pero Yee agrega que cada paso importa, ya que los desafíos relacionados con el clima solo están destinados a aumentar.
"Este riesgo está creciendo, y solo la reducción rápida u ordenada del carbono en la economía global puede mitigarlo y proporcionar el mayor beneficio económico", dice.
Finanzas sostenibles en breve
En un año lleno de elecciones, políticos de derecha en todo el mundo prometen revertir las políticas verdes mientras minimizan la crisis climática, arrojando aún más dudas sobre si los países pueden lograr más impulso en una transición que se aparte de los combustibles fósiles.
En EEUU, Donald Trump, tradicionalmente escéptico sobre el cambio climático, ha minimizado los efectos del calentamiento global, atacado a los vehículos eléctricos y prometido buscar la derogación de la ley climática insignia del presidente Joe Biden.
Otros republicanos han logrado alejar a las corporaciones de la sostenibilidad con su campaña de varios años contra el ESG.
Mientras tanto, en Europa, las encuestas muestran que los partidos de derecha que se oponen a una acción ecológica fuerte probablemente aumentarán su representación después de las elecciones parlamentarias de la Unión Europea en junio (mientras que se espera que los Verdes, conscientes del clima, pierdan escaños).
Eso plantea la perspectiva de que EEUU y la UE, dos de los tres principales contaminadores del mundo, retrocedan en ambición ambiental después del año más caliente registrado en los anales.
Alastair Marsh - Bloomberg.
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