En Texas, el incendio de Smokehouse Creek se convertió en el incendio forestal más extenso del estado, devorando más de un millón de acres. Esta desgracia dejó un camino de destrucción por todo el Panhandle, cobrándose vidas, destruyendo hogares y poniendo en peligro los medios de subsistencia.
El infierno, que estalló un lunes, sigue causando estragos sin apenas contención, mientras los bomberos se enfrentan a la tarea de combatir las llamas bajo la amenaza de nuevas condiciones de calor y sequedad.
La comunidad de Canadian, conocida por sus profundas raíces ganaderas y hogar de unas 2.200 personas, se encuentra ahora al frente de esta crisis, luchando contra la rápida propagación del incendio forestal.
Hasta el momento, el incendio forestal no sólo arrasó extensiones de terreno ganadero, sino que también se cobró la vida de al menos dos personas. Los orígenes del incendio siguen siendo un misterio, lo que complica aún más las labores de extinción.
Desafíos tras los incendios para los ganaderos
El comisionado de agricultura estatal, Sid Miller, señaló que el Panhandle es hogar del 85% de las aproximadamente 12 millones de cabezas de ganado de Texas.
Aunque la mayoría se encuentra en corrales y granjas lecheras que no se vieron afectados por los incendios, extensas áreas de pastizales esenciales para la alimentación del ganado quedaron devastadas.
Se estima que miles de cabezas de ganado han perdido la vida o resultaron gravemente heridas, requiriendo sacrificio. Los ganaderos que lograron salvar sus animales enfrentan dificultades para encontrar pasto.
En una situación desesperada, un ganadero con 1,500 cabezas de novillo enfrentaba escasez de pasto y agua, planteando la posibilidad de trasladar el ganado a través de las fronteras estatales.
Temperaturas en aumento y humedad en descenso
La escala sin precedentes del incendio de Smokehouse Creek establece un récord sombrío para Texas, poniendo de relieve el desafío a incendios forestales en una era marcada por el cambio climático.
Según un informe de 2021 de la oficina del climatólogo estatal, en Texas se registró un incremento de 0,61 grados por década en las temperaturas desde 1975. Además, se ha observado una disminución en la humedad relativa en la región del Panhandle.
Con el fuego aún activo y la previsión meteorológica de condiciones más adversas, Texas se prepara para una lucha prolongada y difícil contra este incendio colosal.