Jacob Wright, un aficionado a la tecnología avanzada e ingeniero de software en la startup de IA Runpod, levantó un debate en Internet al ponerse los Apple Vision Pro durante su boda.
Esta elección en la boda de la pareja en Utah el 10 de febrero no sólo provocó sorpresa sino que también dejó a su novia, Cambree, menos que complacida.
Wright, conocido por su afición a los últimos gadgets tecnológicos, dio un paso al incorporar esta pasión a lo que muchos consideran un día sagrado. Su decisión suscitó debates sobre el lugar de la tecnología en las celebraciones personales.
Desagrado de la esposa al ver los Apple Vision Pro
Cambree, una estudiante de la Universidad Brigham Young, permanecía a su lado, con una expresión mezcla de incredulidad y desaprobación, mientras Wright parecía feliz en una dimensión digital, gracias a los lentes de realidad virtual de 3.500 dólares.
La pareja sacó a la luz este momento único en una conversación con SFGATE. Cambree compartió sus intentos de mantener la esencia tradicional del día, llegando incluso a esconder el dispositivo para evitar su presencia durante la ceremonia, un plan que Wright había sugerido con entusiasmo.
"Trato de no mirar porque es un poco espeluznante, un poco extraño", confesó en la entrevista. A pesar de sus intentos de mantener la boda convencional, la insistencia de Wright hizo que lentes hicieran acto de presencia en su recepción e incluso en la pista de baile.
Impacto del atuendo tecnológico en la percepción social
El atuendo de boda tecnológicamente mejorado de Wright levantó diversas reacciones en Internet. Algunos critican su elección como un desprecio por la santidad del día de la boda, mientras que otros la defienden como un derecho personal y una forma de expresar la propia individualidad, incluso en entornos tradicionales.
Este incidente, por insólito que parezca, desencadena una conversación más amplia sobre el papel evolutivo de la tecnología en nuestras vidas y su interacción con los hitos culturales y personales.
La historia de la boda de Wright y Cambree se erige como una parábola moderna, que nos insta a reflexionar sobre la integración de nuestra existencia digital con los momentos que verdaderamente importan.
