Tres pasajeros emprendieron una demanda contra Alaska Airlines y Boeing, exigiendo $1.000 millones por daños y perjuicios.
Esta acción legal es consecuencia de un suceso ocurrido el 5 de enero, durante un vuelo desde Portland (Oregón), en el que un panel de la cabina del avión se desprendió en pleno vuelo.
Incidente en el aire
Este incidente, que acaparó gran atención gracias a las fotos que mostraban el interior del avión al descubierto, suscitó relatos alarmantes de las personas que iban a bordo. Un relato describió cómo un joven pasajero estuvo a punto de perder la camisa debido a la rápida descompresión de la cabina.
El pasajero Kyle Rinker compartió su experiencia con KGW News, detallando un fuerte ruido poco después de la salida. Esto marcó el comienzo de una experiencia aterradora, que incluyó el despliegue de máscaras de oxígeno y una ráfaga de viento, provocada por un tapón de puerta defectuoso que dejó un enorme agujero en el avión, un Boeing 737 MAX 9.
Presentada en el condado de Multnomah, Oregón, la demanda de los pasajeros Kyle Rinker, Amanda Strickland y Kevin Kwok afirma que Alaska Airlines y Boeing fueron negligentes. Sostienen que el avión no debería haber despegado dados los riesgos aparentes.
Rinker y Strickland, una pareja de Portland, estaban sentados cerca de un joven de 15 años conocido como Jack, que se enfrentó a la pérdida de su camisa durante el vuelo.
El abogado de los demandantes, Jonathan Johnson, expresó su preocupación por los fallos de seguridad sistémicos de Boeing. Insiste en que confiar en la suerte para evitar tragedias es inaceptable y pide que la demanda impulse a las empresas a mejorar sus protocolos de seguridad.
Expectativas y falta de respuestas por las aerolíneas
Boeing reconoció su parte en el incidente y se comprometió a evitar sucesos similares en el futuro. Sin embargo, la demanda pretende tener un impacto más significativo en las normas de seguridad de la industria.
Reflexionando sobre el incidente, Rinker mencionó la compasión que recibe a menudo y sus pensamientos sobre la posibilidad de un resultado peor.
A medida que avanzan las acciones legales, tanto Boeing como Alaska Airlines aún no dan una respuesta a la demanda, lo que deja a muchos a la espera de respuestas y, sobre todo, de garantías de vuelos más seguros en el futuro.