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Los republicanos y el cambio climático: una historia de fake news y negacionismo

Los republicanos siempre se manifestaron escépticos frente al cambio climático

Donald Trump es uno de los principales negacionistas del cambio climático y nunca lo ocultó (EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS)

La probabilidad de que Donald Trump sea el próximo presidente de Estados Unidos es alta, lo que implicaría un giro radical político, económico, social y hasta cultural. Pero una de los que más preocupa es el cambio frente al estado del medioambiente por un simple motivo: el principal candidato del Partido Republicano niega los riesgos del cambio climático.

No sólo eso. En muchas oportunidades hasta difundió noticias falsas.

Trump y su negacionismo del cambio climático

En marzo de 2022, el exjefe de Estado - en una entrevista al canal Fox Business Network- dijo que el cambio climático es “un engaño” y que “en su opinión, hay una cosa llamada clima, que sube y baja”.

“Si nos fijamos en la década de 1920, estaban hablando de un congelamiento global. En otras palabras, el mundo se iba a congelar”, aseguró el republicano, quien fue más allá.

“Y luego pasan al calentamiento global. Entonces no pudieron usarlo porque las temperaturas eran bastante frías. Y muchas cosas diferentes. Por eso ahora sólo hablan del cambio climático. El clima siempre ha estado cambiando”, agregó.

Una afirmación, por lo menos, inexacta, ya que no hay prueba científica que indique que la temperatura del planeta esté en constante cambio de un lado al otro. De hecho, lo que muestran cientos de estudios es que la temperatura global comenzó a subir desde hace décadas.

Mark McCaffrey, director de programas y políticas del Centro Nacional para la Educación Científica con sede en Oakland, California, sostuvo que es precisamente debido al impacto humano que el planeta se está calentando y no enfriándose.

"Si no fuera por el hecho de que los humanos convirtieron en una fuerza de la naturaleza, estaríamos regresando a una edad de hielo, según los ciclos orbitales”, explicó McCaffrey a la revista Forbes.

Otra afirmación falsa sobre el cambio climático

Un año después, otra vez en Fox, Trump reiteró una afirmación que hizo en su discurso de lanzamiento de campaña.

"Cuando escucho a la gente hablar sobre el calentamiento global, que el océano aumentará, en los próximos 300 años, 1/8 de pulgada, y dicen: 'Este es nuestro problema'. Nuestro gran problema es el calentamiento nuclear, pero nadie habla siquiera de ello. Los ecologistas hablan de todas estas tonterías".

En una entrevista concedida a Full Send Podcast, Trump usó una cifra incluso menor que 1/8 de pulgada: “Cuando veo a esta gente hablando sobre el calentamiento global, donde el océano aumentará 1/100 de pulgada durante 300 años, los próximos 350 años”. Usó cifras cuestionables.

Según publicó CNN, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), sostuvo que nivel global del mar está aumentando actualmente a aproximadamente 1/8 de pulgada por año. La ciencia desmintió a Trump.

Además, que a lo largo de la costa de los Estados Unidos en particular, se espera que el aumento del nivel del mar promedie un total de 10 a 12 pulgadas solo entre 2020 y 2050.

Es más, Trump hasta tomó el nivel con algo de burla. El enfoque despreocupado del político ultraconservador sobre el cambio climático, marcado por bromas sobre la obtención de "un poco más de propiedades frente al mar", resta importancia a la urgencia de este problema mundial.

Más “chistes” de Trump sobre el cambio climático

En 2017, el entonces presidente estadounidense mostró su ignorancia en el tema. Con ironía, dijo que al país le iría bien “un poco” de calentamiento global para combatir las bajas temperaturas que llegaron a marcar los -40ºC en ciertas zonas.

Un año después, volvió a burlarse de las bajísimas temperaturas. ”Un frío brutal y prolongado puede batir TODOS LOS RÉCORDS. ¿Qué ha ocurrido con el calentamiento global?”, comentó.

El doctor Diego G. Miralles, Profesor en Hidrología y Clima en la Universidad de Gante (Bélgica) explicó la problemática a la revista National Geographic.

"A día de hoy, los datos de campo y mediciones de satélite confirman de manera contundente nuestras expectativas basadas en principios físicos. Los resultados de nuestros modelos climáticos basados en estos principios no dejan lugar a duda: el cambio climático se ha acelerado desde la era industrial", dijo.

“No me lo creo”

En 2018, Trump puso en duda el texto elaborado desde la propia Casa Blanca que habla del devastador impacto que el cambio climático tendrá sobre el país en las próximas décadas.

Ante los periodistas que le preguntaron si había leído el informe, Trump dijo: "Sí, y no me lo creo. Pero le diré algo: ahí están China y Japón y toda Asia y todos esos otros países. Ahora mismo nosotros somos más limpio que nunca. Y eso es muy importante para mí”.

“Pero si nosotros estamos limpios pero todos los demás lugares de la tierra están sucios, eso no es tan bueno. Así que quiero aire limpio y quiero agua limpia, eso es muy importante", agregó.

Adiós al Acuerdo de París sobre cambio climático

El 4 de noviembre de 2020, Estados Unidos se retiró oficialmente del Acuerdo de París, el tratado internacional histórico para mantener a raya el cambio climático y limitar las futuras emisiones de gases de efecto invernadero.

Fue el presidente Trump quien anunció su intención de abandonar el acuerdo en 2017 y empezó el proceso para hacerlo en noviembre de 2019. El argumento del republicano fue que su pertenencia al Acuerdo “socavaba la economía del país”.

Más republicanos niegan el cambio climático

Pero no es algo exlcusivamente de Trump. Dentro de su espacio político fueron varios los dirigentes que difundieron fake news e incluso negaron el problema ambiental pese a las evidencias científicas sobre el tema.

En el primer debate televisado entre los los candidatos de ese partido, que se llevó a cabo en agosto del año pasado, se originó una situación que dejó a las claras que el tema les incomoda.

En un momento se les pidió a los ocho candidatos que levantaran la mano si creían que el cambio climático está causado por actividades humanas. Ninguno lo hizo. Es más, uno de los aspirantes, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, interrumpió la pregunta de la moderadora.

En aquel momento, el empresario Vivek Ramaswamy, aprovechó la oportunidad y fue más allá: “La difusión de la tesis del cambio climático es un engaño”. Después, profirió una información falsa que generó polémica entre las organizaciones que pelean contra le cambio climático.

“La realidad es que muere más gente por las malas políticas climáticas que por el propio cambio climático”, completó. Antes, había llamado a “liberar el potencial energético de Estados Unidos”, en particular “quemando carbón”.

Un mínima aceptación

La candidata republicana, Nikki Haley, quien abandonó su carrera a la Casa Blanca, dejándole el camino libre a Trump, fue la única que reconoció -tibiamente- que el problema existe.

“¿Es real el cambio climático? Sí, lo es. Pero si realmente quieres cambiar el medioambiente, entonces tenemos que empezar a decir a China e India que tienen que reducir sus emisiones”, dijo.

El senador Tim Scott, republicano de Carolina del Sur, insistió en que hay amenazas ambientales más graves que provienen de China, India y África. El exvicepresidente Mike Pence, que guardó silencio durante el debate, criticó después de finalizada la contienda al gobierno de Biden por su agenda verde.

“Miren, el clima está cambiando, pero creo que la cuestión es qué hacemos con respecto a eso. (…) Todo consiste en comunicar una visión distinta”, dijo Pence a la agencia AP.

Ron DeSantis, otro caso de negación sistemática

En noviembre pasado, DeSantis, quien para ese entonces todavía aspiraba a la candidatura presidencial republicana, describió las políticas climáticas y de energía limpia de los demócratas como un asalto total a la libertad.

"Todo esto es parte de una agenda para controlarte y controlar tu comportamiento", dijo DeSantis. "Están tratando de limitar tus opciones como estadounidense, están tratando de circunscribir tus ambiciones", esgrimió.

Su posición no sorprendió. En mayo del año pasado el gobernador de Florida promulgó una ley que prohíbe a las agencias estatales y los gobiernos locales invertir dinero público en cualquier tipo de iniciativa relacionada con el cambio climático y la protección del medio ambiente.

Se trata de una normativa que busca "proteger" a los floridanos de políticas ambientales, sociales y corporativas (ESG, por sus siglas inglés), un "movimiento" a escala mundial que pretende inyectar la "ideología política 'woke' en el sector financiero" y colocar "la política por encima del deber fiduciario", señaló la oficina de DeSantis en un comunicado.

Es más, su administración aprobó el año pasado la exposición de videos en las aulas de clase que rechazan la realidad del cambio climático.

En los videos se comparan a los activistas climáticos con los nazis, se afirma falsamente que la energía eólica y la solar contaminan el medioambiente y descartan que las olas de calor récord como variaciones climáticas naturales.

El gobernador Greg Abbott, otro negador del problema

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, es otro dirigente conservador que se manifestó en contra de la lucha contra el ambio climático.

Desde siempre, Abbott se manifestó en contra de las políticas climáticas del gobierno de Joe Biden. Por ejemplo, en 2021 amenazó con demandar a Biden por su agenda “hostil” para abordar la crisis climática.

En aquel momento, el gobernador de Texas emitió una orden ejecutiva con la que autorizaba a las agencias estatales a presentar impugnaciones legales a las políticas implementadas por el entonces nuevo presidente y su administración.

Además, dijo en Fox que por no creer en pacto "verde" promovido por los demócratas, el Partido Republicano es el "único partido sano" del país.

“Cuando se trata de amenazas a sus trabajos, tienen un gobernador que los respalda”, dijo Abbott a los trabajadores de una empresa de servicios petroleros donde firmó su orden.

"Texas va a proteger la industria del petróleo y el gas de cualquier tipo de ataque hostil de Washington", expresó.

En medio de un cruel invierno en aquel año, causó un sinfín de muertes y que millones se quedaran sin electricidad en ese estado, Abbott culpó a las energías renovables por la catástrofe eléctrica. No hay pruebas científicas de que sea así.

“Esto muestra por qué un New Deal ecológico tendría consecuencias nefastas para nuestro país”, dijo.

Un informe dudoso sobre el cambio climático

En 2018, un informe ordenado por el propio gobernador republicano adviritió que los desastres naturales en Texas se volverán más frecuentes debido a cambios en el clima. Llamativamente, el estudio no mencionó el concepto “cambio climático”, según publicó AP.

El texto no habla de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el estado, epicentro de las refinerías petroleras en Estados Unidos y el mayor emisor de carbono en la Nación.

Greg Abbott junto a Donald Trump /Foto de @GregAbbott_TX en X

Abbott, tras la divulgación del informe, no dijo si cree que el calentamiento global provocado por el ser humano esté causando el tipo de desastres a los que la entidad le está pidiendo a sus habitantes que se acostumbren.

“No soy científico. Me es imposible responder esa pregunta”, comentó.

Otros dirigentes republicanos también se manifestaron algunas vez en contra del problema. En 2015, por ejemplo, el senador de Texas Ted Cruz habló de “los alarmistas del cambio climático”. El exgobernador de Florida Jeb Bush dijo que “el cambio climático fue cooptado por la extrema izquierda”.

La percepción del votante republicano

Un minucioso análisis del Pew Research Center pone de relieve las intrincadas y variadas opiniones entre los votantes del Partido Republicano. Lo cierto es que mientras el partido debate qué hacer en materia ambiental, los fenómenos climáticos cada vez se sienten con más fuerza en todo el planeta.

Según Pew, el partido está en una encrucijada: apenas un 12% de los republicanos y de los que se inclinan por el Partido Republicano consideran que el cambio climático es una cuestión urgente que el Congreso y la presidencia deben abordar.

Esto contrasta fuertemente con el 84% que sitúa la economía a la cabeza de su lista de prioridades. Sin embargo, esta aparente ambivalencia hacia las iniciativas climáticas enmascara un sentimiento más profundo e intrincado dentro del partido.

Una parte significativa (54%) apoya la participación de Estados Unidos en los esfuerzos mundiales para contrarrestar los efectos del cambio climático.

Esto demuestra la voluntad de participar en la cooperación internacional, a pesar de las dudas sobre el impacto inmediato del cambio climático en sus comunidades, una preocupación que sólo comparte el 36% de los republicanos, frente al 85% de los demócratas.

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