Shell Plc ha estado considerando desacelerar el ritmo de sus recortes de emisiones de carbono mientras actualiza su estrategia de transición energética, según personas familiarizadas con el asunto.
Shell Plc podría anunciar cambios en sus objetivos climáticos tan pronto como este jueves, cuando Shell tiene previsto publicar una actualización de su plan a largo plazo para la energía limpia y las emisiones de gases de efecto invernadero, dijeron funcionarios que pidieron no ser nombrados porque la información aún es privada. La medida tiene lugar como parte del nuevo plan del Director Ejecutivo Wael Sawan que asignará una mayor proporción de inversiones en petróleo y gas con el fin de generar mejores retornos para los accionistas.
Shell inició su plan para convertirse en una compañía con cero emisiones netas en 2020 bajo el anterior CEO Ben van Beurden. Clave en su camino hacia la reducción de emisiones es la intensidad neta de carbono, una medida de las emisiones de la energía que vende a los clientes. En 2021, la compañía se comprometió a disminuir esa intensidad en un 20% para 2030 en comparación a los niveles de 2016, en un 45% para 2035, y alcanzar cero neto en 2050.
El proceso para actualizar esta estrategia - algo que sucede cada tres años - es conocido internamente como Proyecto Vega, dijeron las personas. Se pidió a un equipo estudiar diferentes opciones para las reducciones de emisiones de la compañía y presentarlas a la alta gerencia, dijeron.
“Esperamos con interés publicar nuestro informe de Estrategia de Transición Energética el 14 de marzo”, dijo un portavoz de Shell. La publicación “contendrá detalles de nuestros planes para convertirnos en un negocio energético con cero emisiones netas para 2050”.
Una reducción en el ritmo de los objetivos climáticos intermedios o a largo plazo de Shell seguiría un movimiento de su par europeo BP Plc, que el año pasado dijo que bombearía más petróleo y gas y produciría más emisiones de CO2 esta década de lo previamente estipulado.
Los accionistas recompensaron a BP con un salto de más del 8% en el precio de sus acciones ese día, y desde entonces la compañía ha estado bajo presión adicional de un inversionista activista para girar aún más hacia el petróleo y gas. De manera más amplia, las llamadas super mayores europeas han estado cotizando con un descuento constante frente a sus pares de EEUU, que han permanecido más firmemente comprometidas con los combustibles fósiles.
El objetivo de cero neto de Shell para 2050 siempre ha sido una esperanza. En documentos públicos, la compañía ha dicho que establece planes, perspectivas y presupuestos en un horizonte de 10 años, lo que significa que no pueden reflejar los objetivos de reducción de la intensidad de carbono de 2050 o 2035.
A medida que esas fechas se acerquen, podrían empezar a limitar cómo Shell puede invertir. La empresa ha dicho que si la sociedad en general no ha alcanzado emisiones netas cero en 2050, entonces Shell puede no cumplir su objetivo tampoco.
Desde que asumió el máximo cargo a principios de 2023, Sawan ha dicho repetidamente que su prioridad es ofrecer un mayor valor para los inversionistas de Shell. Esto ha hecho que la empresa aumente los dividendos a los accionistas, recorte empleos y dirija una mayor parte de su capital hacia los combustibles fósiles. El cambio ha sido criticado por activistas verdes e inversionistas conscientes del clima, incluido el fondo de pensiones de la Iglesia anglicana.
Will Mathis, Stephen Stapczynski, y Laura Hurst - Bloomberg.
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