Los empleados de Volkswagen podrían convertirse en la primera plantilla de fabricación de automóviles del sur de Estados Unidos en obtener un sindicato en Chattanooga, Tennessee.
Se produce después de que solicitaran a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) una votación en toda la fábrica para afiliarse al sindicato United Auto Workers (UAW), lo que podría alterar la dinámica de la industria automovilística en la región.
El impulso para una votación sindical, iniciado el pasado lunes, pone de relieve los esfuerzos estratégicos de la UAW para ampliar su presencia más allá de su bastión tradicional en el Medio Oeste, apuntando a las fábricas estadounidenses de líderes mundiales del automóvil como Tesla, Honda y Toyota.
Este movimiento es un componente clave del objetivo más amplio de la UAW de diversificar y solidificar su influencia en la industria del automóvil, que durante mucho tiempo ha estado bajo el dominio de las Tres Grandes de Detroit: Ford, General Motors y Stellantis.
Este optimismo surge de los recientes triunfos, incluidos los aumentos salariales sin precedentes y la mejora de las prestaciones en los contratos con Ford, General Motors y Stellantis, aumentarán el atractivo de la UAW para los trabajadores del sector automovilístico de todo el país.
La estrategia de Volkswagen respecto la sindicalización
La estrategia de la UAW anima a los trabajadores a demostrar su apoyo a la sindicación firmando tarjetas sindicales. El objetivo es lograr un índice de firmas del 70% entre la plantilla de la fábrica, momento en el que el sindicato buscaría el reconocimiento oficial de la empresa.
Si este planteamiento fracasa, la UAW está dispuesta a solicitar unas elecciones supervisadas por la NLRB.
Aunque el portavoz de la UAW, Nathan Janda, no reveló si la planta de Volkswagen alcanzó el umbral necesario, la presentación de la petición propone un paso decisivo en su campaña.
En respuesta al esfuerzo de sindicalización, el portavoz de Volkswagen, Michael Lowder, transmitió la dedicación de la empresa a garantizar un proceso justo y democrático.
Lowder afirmó el respaldo de Volkswagen a una votación supervisada por la NLRB, garantizando la privacidad de los votos de los miembros del equipo y respetando su derecho a elegir su representación.
El reconocimiento de la petición por parte de la NLRB y su promesa de revelar más detalles sobre la próxima elección señalan el impulso de esta iniciativa.
Este avance contrasta fuertemente con los anteriores esfuerzos por sindicalizar las plantas automovilísticas del Sur, que se vieron obstaculizados por la resistencia política conservadora y el escepticismo de los trabajadores.
Impulsada por un cambio en la actitud de los trabajadores hacia la sindicación, posiblemente debido a la incorporación de empleados más jóvenes y diversos, la UAW se mantiene optimista.
El sindicato continúa sus esfuerzos de reclutamiento en otras fábricas, con avances significativos en las instalaciones de Mercedes y Hyundai en Alabama.
