La comunidad del municipio de Thornton, situado en los suburbios del sur de Chicago, ha rechazado colectivamente una propuesta fiscal destinada a mejorar los servicios de salud mental, reseña WGN TV.
Encabezada por Tiffany Henyard, supervisora del municipio, esta iniciativa se enfrentó a una oposición sustancial, lo que finalmente condujo a su derrota en las urnas. Este resultado marca un momento crucial para Henyard, que recientemente se ha encontrado en el centro de la polémica en relación con su liderazgo y sus prácticas de gestión financiera.
La propuesta pretendía imponer un impuesto anual adicional de 42 dólares a las propiedades valoradas en 100.000 dólares, con la intención de recaudar unos 2,9 millones de dólares para programas de salud mental. A pesar de la firme defensa de Henyard, la comunidad rechazó decididamente el impuesto, con una significativa mayoría de dos tercios que votaron en contra. Este veredicto refleja un escepticismo más amplio sobre la eficacia y la necesidad del impuesto, agravado por las preocupaciones sobre la capacidad de Henyard para supervisar los fondos adecuadamente.
La iniciativa fiscal se enfrentó a la oposición no sólo de los votantes, sino también de una coalición de alcaldes locales, comisionados del condado de Cook y un senador estatal, todos los cuales hicieron campaña contra la medida. Emitieron una carta colectiva en la que condenaban el impuesto por superfluo y expresaban su desconfianza en la gestión fiscal de Henyard. Sus preocupaciones se vieron acrecentadas por los informes de investigación que sacaron a la luz gastos cuestionables de Henyard, incluidos viajes de lujo y esfuerzos de autopromoción.
Ante las críticas, Henyard respondió, retratando negativamente a sus críticos durante una reunión de la junta municipal. Se describió a sí misma como el blanco de fuerzas malévolas, decididas a frustrar su misión de servir a la comunidad.