El plan de la ciudad para combatir el problema de los sin techo mediante un aumento del impuesto sobre transmisiones inmobiliarias en las transacciones de alto valor se enfrentó al rechazo de los votantes, reseñó Chicago Sun Times.
Destinada a recaudar unos 100 millones de dólares al año para financiar soluciones para los sin techo, la propuesta vio cómo el 53,7% de los votantes se oponía a ella en un referéndum reciente. Este revés ha impulsado al alcalde Brandon Johnson y a sus aliados a buscar nuevas estrategias de financiación.
La iniciativa, nacida de los esfuerzos de colaboración del alcalde Johnson, el Sindicato de Profesores de Chicago y los sindicatos progresistas, proponía gravar las ventas de propiedades superiores a un millón de dólares para aumentar significativamente el presupuesto de la ciudad destinado a las iniciativas para los sin techo.
La oposición liderada por la Asociación de Propietarios y Gestores de Edificios y otros grupos inmobiliarios y empresariales, que argumentaban que el impuesto podría elevar los alquileres, influyó en la opinión pública.
Greg Goldner, el estratega político que lideraba la oposición, criticó la propuesta por no abordar eficazmente el problema de los sin techo, los servicios de salud mental y la vivienda asequible. Muchos votantes estuvieron de acuerdo, viendo el referéndum como mal definido y mal construido.
En respuesta, los partidarios de la campaña "Traed Chicago a casa" están reflexionando sobre su planteamiento. El concejal Carlos Ramírez-Rosa expresó su decepción e hizo un llamamiento a la introspección tras la derrota, que tiene repercusiones financieras, políticas y personales para el alcalde Johnson, que ha hablado abiertamente de las batallas de su hermano contra la adicción y la falta de vivienda.