Horas después de que Shohei Ohtani hiciera su muy esperado debut con los Dodgers de Los Ángeles, el equipo despidió a su intérprete de toda la vida cuando surgieron informes de los medios que alegaron que le robó millones a la superestrella de la MLB para cubrir deudas de apuestas.
Las acusaciones causaron revuelo desde Estados Unidos hasta Seúl, donde los Dodgers abrieron la temporada con un espectáculo mundial de béisbol y una celebración del juego y su luz más brillante.
Los Dodgers, que permanecen en Corea del Sur, confirmaron en un comunicado que habían despedido a Ippei Mizuhara, quien ha sido amigo cercano e intérprete de Ohtani desde antes de que se uniera a Los Angeles Angels en 2017. El equipo no ofreció más comentarios.
La despedida del intérprete de Shohei Ohtani
Hasta el miércoles por la noche no estaba claro hasta qué punto estuvo involucrado Mizuhara y cuánto dinero se apostó.
Sin embargo, informes de Los Angeles Times y ESPN señalaron que el nombre de Mizuhara surgió en conexión con una investigación federal de un presunto corredor de apuestas ilegal, Matthew Bowyer, que lideraba el negocio de Ohtani.
ESPN informó el miércoles que Mizuhara admitió en una entrevista haber incurrido en enormes deudas de juego que Ohtani pagó por él y que insistió en que el jugador no estaba haciendo ninguna apuesta.
Los representantes de Ohtani alegaron que su cliente había sido objeto de robo, pero no nombraron a la persona que alegan que lo perpetró.
"Al responder a las recientes consultas de los medios, descubrimos que Shohei ha sido víctima de un robo masivo y estamos entregando el asunto a las autoridades", declaró en un comunicado el bufete de abogados Berk Brettler de West Hollywood.
Aunque las apuestas deportivas son legales en 38 estados, todavía están prohibidas en California. La industria extraterritorial, que opera en una zona legal gris y acepta apuestas a crédito, genera miles de millones de dólares en negocios cada año, con vínculos ocultos con importantes figuras del deporte que recién ahora están comenzando a emerger.
Este fue un acontecimiento impactante porque Ohtani y su círculo íntimo mantuvieron una imagen pública impecable desde que llegó a los Estados Unidos.
Mizuhara, quien renunció a su trabajo durante la pandemia de coronavirus cuando a los empleados del equipo no se les permitía interactuar con los jugadores para poder mantener su amistad con Ohtani, fue una parte entrañable y omnipresente de esa narrativa.
