El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional de España ordenó recientemente la paralización temporal de la aplicación de mensajería Telegram.
Esta acción forma parte de una respuesta a la demanda de un grupo de creadores de contenidos, entre los que se encuentran Mediaset España, EGEDA, A3 Media y Movistar Plus, que acusan a la app de facilitar el intercambio no autorizado de contenidos.
La orden del juez obliga a los proveedores de servicios de Internet (ISP) en España a bloquear el acceso a Telegram.
Origen de la intervención judicial
Los informes de entonces indicaban que Telegram seguía operativa, lo que sugiere que los ISP o bien no habían recibido aún la orden o estaban en proceso de aplicarla.
Esta suspensión temporal tiene su origen en el incumplimiento por parte de Telegram de una solicitud de información específica, lo que dio lugar a la intervención judicial.
Informaciones revelan que el tribunal está a punto de notificar la orden judicial a los ISP, anticipando su cumplimiento en un plazo de tres horas. Esta medida señala una interrupción en la disponibilidad del servicio de Telegram en España.
La duración exacta de este bloqueo sigue sin estar clara. Telecinco especula con la posibilidad de que el juez Pedraz necesite más tiempo para profundizar en el caso.
Pavel Durov y la estructura descentralizada de Telegram
Expertos jurídicos, en conversaciones con El Diario, prevén que la suspensión se haga efectiva en las próximas horas, sin superar probablemente los dos días.
A pesar de que WhatsApp domina con un 95,5% de participación en España, Telegram cuenta con un significativo 39,6% de uso entre los ciudadanos españoles.
Pavel Durov, fundador de Telegram, es conocido por la estructura descentralizada de la aplicación. Incluso después de abandonar Rusia en 2014, Durov conseguió mantener Telegram funcionando a escala global desde su sede de Dubai, con servidores repartidos por todo el mundo.
Mientras los ISP españoles se preparan para actuar según la directiva del tribunal, la resolución de este bloqueo temporal no sólo afectará a las operaciones de Telegram en España, sino que también podría influir en futuras disputas sobre derechos de autor digitales.