Una nueva ley de Texas que ordena a los funcionarios estatales a detener y deportar inmigrantes permanecerá en suspenso después de que se dijera en la corte de apelaciones el martes que los estatutos “perjudican significativamente el ejercicio de la discreción de los funcionarios federales de inmigración”.
En Texas se paraliza la autoridad para detener y deportar a los inmigrantes, debido a una decisión del Tribunal de Apelaciones de EEUU para el 5º Circuito.
El martes 26 de marzo, el tribunal dictó una sentencia dividida que mantiene la paralización temporal del estatuto, sobre el dominio de la aplicación de la ley de inmigración entre los gobiernos estatal y federal.
Este polémico estatuto, la Ley 4 del Senado (S.B. 4), desató un debate.
La autoridad de Texas no puede deportar inmigrantes por la nueva ley
Los republicanos de Texas, con el gobernador Greg Abbott, defienden la SB 4 como una respuesta crítica a lo que consideran un control fronterizo insuficiente bajo la actual administración.
Desde que el presidente Biden asumió el cargo, la Patrulla Fronteriza informa de una media de 2 millones de capturas de inmigrantes cada año, un récord de cruces ilegales en la frontera entre EEUU y México.
Los demócratas y el gobierno de Biden sostienen que los esfuerzos de los republicanos están haciendo descarrilar un proyecto de ley bipartidista del Senado diseñado para gestionar la oleada mediante el refuerzo de la aplicación de la ley.
Esta inmovilización política persiste a medida que la nación se acerca a las elecciones presidenciales, lo que sitúa la política de inmigración como un punto focal clave.
La decisión causó criticas sobre el gobierno y tribunal
La decisión del panel de prorrogar la suspensión de la ley se basa en el principio de que el gobierno federal dirige en exclusiva los asuntos de inmigración, incluidos los procesos de entrada, admisión y deportación de los no ciudadanos.
La disputa sobre la S.B. 4 se intensificó tras el aval temporal del Tribunal Supremo, lo que llevó al panel de tres jueces del 5º Circuito a reevaluar la legalidad de la ley.
Las críticas a la S.B. 4 argumentan que sus medidas, que penalizan la entrada no autorizada en Texas de no ciudadanos y permiten a los jueces estatales ordenar deportaciones, podrían invadir la autoridad federal en materia de inmigración.
Cabe destacar la oposición del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a que las autoridades de Texas deporten a los inmigrantes a México.