Un estudio demostró una consecuencia del cambio climático: la aceleración de la rotación de la Tierra debido al deshielo de las capas polares.
Este fenómeno podría provocar la necesidad sin de eliminar un segundo de los sistemas de cronometraje mundial.
Durante generaciones, la rotación constante de la Tierra dictó la duración de nuestros días. Sin embargo, esta rotación puede cambiar debido a diversos factores, incluidas las actividades en la superficie de la Tierra y en su núcleo fundido.
La rotación de la tierra influye en el tiempo
La rotación de la Tierra se ralentizó, principalmente a causa de la fricción provocada por las mareas oceánicas.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que el giro de la Tierra se está acelerando debido a la redistribución de masas por el deshielo de los polos, consecuencia directa del calentamiento global.
A medida que el hielo se derrite y el agua se redistribuye hacia el ecuador, la rotación de la Tierra aumenta.
Esta aceleración es un punto de inflexión para la medición del tiempo, ya que indica que el mundo podría necesitar pronto restar un segundo por primera vez.
Duncan Agnew, geofísico y autor del estudio. Señala la complejidad de los procesos internos de la Tierra, incluidos los de su núcleo líquido, que afectan a la rotación terrestre.
El calendario de este ajuste depende de la rapidez con la que avance el calentamiento global, y el estudio sugiere un posible retraso de 2026 a 2029 en la realización de esta corrección temporal.
Este hallazgo pone de relieve la conexión entre el cambio climático inducido por el hombre y las operaciones de la Tierra.
El tiempo sumado por el calentamiento global podría afectar sistemas precisos
Aunque la sustracción de un segundo pueda parecer trivial, supone un reto importante para muchos sistemas informáticos, que no están diseñados para manejar la sustracción de tiempo.
Esta limitación podría dar lugar a errores en sistemas que dependen de un cronometraje preciso, como los utilizados en las bolsas de valores.
Más allá de sus implicaciones para el cronometraje, este estudio sirve de recordatorio del impacto que las actividades humanas tienen en nuestro planeta. El deshielo de los ejes polares no sólo eleva el nivel del mar y perturba los ecosistemas, sino que también altera la rotación de la Tierra.