En el mundo del baloncesto femenino, pocas historias capturan la imaginación como la rivalidad entre Caitlin Clark de Iowa y Angel Reese de LSU.
La competencia entre estas dos atletas no solo destaca por sus impresionantes estadísticas sino también por cómo han enriquecido el deporte con su talento y espíritu competitivo.
Clark vs Reese: las estadísticas
En la cancha, la historia de Clark contra Reese es una maravilla estadística. Clark, conocida por romper el récord histórico de anotación de la NCAA, impresiona con una media de 31,7 puntos por partido esta temporada.
Por su parte, Reese, aunque promedia 18,7 puntos, destaca como la segunda mejor reboteadora a nivel nacional.
Esta diversidad de talentos añade una rica dimensión a su rivalidad, demostrando que su impacto va más allá de los puntos anotados.
Una rivalidad que cautivó a 12.3 millones
Desde sus inicios en el circuito AAU hasta brillar en el escenario universitario, Clark y Reese han alimentado su rivalidad a través de cuatro enfrentamientos directos.
Desde su primer enfrentamiento en febrero de 2021 hasta el emocionante campeonato nacional de 2023 y en su reciente encuentro en el Elite Eight de la NCAA de 2024, donde Iowa consiguió la revancha con un marcador de 94-87. Un partido que consiguió el récord de audiencia con 12.3 millones de espectadores.
Esta emocionante contienda, que recuerda a la saga de Magic Johnson y Larry Bird, muestra a estas atletas sentando las bases de su legado, un emocionante partido a la vez.
Momentos virales en cancha
Durante el campeonato de 2023, LSU se impuso sobre Iowa con un marcador de 102-85, otorgándole a los Tigers su primer título en la historia de la escuela.
En este juego, Reese siguió a Clark por la cancha, realizando el gesto de "no puedes verme", popularizado por John Cena, lo que generó controversia y le dio su papel de villana en la rivalidad.
Sin embargo, Reese defendió su acción, destacando la importancia de ser una misma.
"Esto es para las chicas que se parecen a mí, que quieren hablar de lo que creen. Es ser tú, sin disculpas"
declaró Reese.
Clark incluso defendió a Reese, enfatizando la naturaleza competitiva de su relación:
“Solo somos competidoras y ella compitió. Sabíamos que habría algo de charla durante todo el torneo. No es solo entre Angel y yo”
explicó.
Una rivalidad que impulsa el baloncesto femenino
Esta rivalidad no solo ha generado momentos memorables en la cancha, sino que captó la imaginación del público, especialmente en las redes sociales. Las basquetbolistas son las dos deportistas más seguidas de la NCAA.
Con 2,7 millones de seguidores en Instagram, Reese casi duplica la cifra de Clark, demostrando el enorme interés que suscitan ambas jugadoras.
Ambas reconocen la importancia de su duelo para el crecimiento del baloncesto femenino, demostrando que la competencia puede coexistir con la camaradería.
“Si esta es la manera en que lo vamos a hacer, entonces así será. Te guste o no”
afirmó Reese.
Más allá de la competencia
A pesar de la intensidad en la cancha, la rivalidad entre Clark y Reese se basa en un profundo respeto mutuo.
Un ejemplo claro de esta solidaridad se vio cuando Reese celebró públicamente el récord de anotación de Clark en la NCAA, un gesto que va más allá de la simple camaradería y muestra una admiración mutua.
La periodista deportiva Holly Rowe, de ESPN, también comentó que Caitlin ha dicho que Angel es una increíble jugadora, reflejando el respeto profesional y personal que comparten.
"Una vez que salimos de entre esas líneas, si te veo caminando por la calle, es como 'Hola, ¿qué tal? Vamos a pasar el rato'"
dijo Reese, citada por ESPN.
Con Reese y Clark declarándose para el Draft de la WNBA, la comunidad del baloncesto está expectante de cómo estas talentosas jugadoras llevarán su amistad y rivalidad al siguiente nivel.
La rivalidad entre Clark y Reese destaca por su capacidad para capturar la atención del público, pero lo que realmente las distingue es su compromiso con el crecimiento del baloncesto femenino. A través de su competencia, han creado una especie de sociedad no intencional que beneficia al deporte en su conjunto. No necesitan ser amigas ni enemigas para tener un impacto significativo.
