El gobierno de Biden puso en marcha nuevas medidas que obligan a más de 200 plantas químicas de todo el país a reducir significativamente sus emisiones de sustancias tóxicas.
Esta medida, dirigida por la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), pretende mejorar notablemente la calidad del aire y garantizar un futuro más saludable para las comunidades cercanas a estos gigantes industriales.
Las nuevas normativas de la EPA, finalizadas el martes, tienen como objetivo una notable disminución de los riesgos de cáncer para las personas que viven en un radio de 10 km de las plantas químicas.
La agencia estima que estas normativas reducirán en un 96% el número de personas que se enfrentan a elevados riesgos de cáncer.
Además, los que viven en un radio de 31 millas de estas plantas pueden esperar una reducción del 60% en los casos de cáncer, marcando el comienzo de un nuevo capítulo de salud y seguridad medioambiental.
En el centro de este cambio de política se encuentra la reducción significativa de contaminantes tóxicos por parte de 218 plantas químicas, por un total de más de 6.200 toneladas anuales.
Nuevas medidas contra las emisiones de sustancias tóxicas en EEUU
Se prevé que este paso crítico rejuvenezca las regiones que sufren la contaminación industrial, especialmente el "Callejón del Cáncer" de Luisiana, una zona célebre por su alta concentración de plantas químicas y sus alarmantes tasas de cáncer.
La norma de la EPA también aborda la cuestión vital de la justicia medioambiental. Históricamente, las comunidades marginadas, especialmente las de color y las de bajos ingresos, sufren de forma desproporcionada la contaminación industrial.
La nueva normativa pretende corregir esta disparidad garantizando un aire más limpio y reduciendo los riesgos para la salud relacionados con la contaminación para estas poblaciones vulnerables.
El administrador de la EPA, Michael Regan, resaltó la dedicación de la administración a la protección de la salud pública.
Declaró: "Prometimos escuchar a las personas que sufren por la contaminación y actuar para protegerlas. Hoy cumplimos esa promesa con estándares finales sólidos para reducir la contaminación, reducir el riesgo de cáncer y garantizar un aire más limpio para las comunidades cercanas".
Este compromiso no sólo se hace eco de la promesa del gobierno de velar por el medio ambiente, sino que también significa un hito crucial en la lucha contra la contaminación y sus efectos sobre la salud.
En virtud de esta estricta normativa, las plantas químicas están obligadas a controlar de cerca los compuestos tóxicos en sus límites, reduciendo las emisiones de agentes cancerígenos como el óxido de etileno y el cloropreno en un 80%.
Contribuciones a la disminución general de la toxicidad del aire
Alineada con la iniciativa "Cancer Moonshot" del presidente Biden, cuyo objetivo es evitar más de 4 millones de muertes por cáncer para 2047, esta normativa aborda las causas de la contaminación atmosférica y su relación con el cáncer.