El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas fue hospitalizado tras su detención en la embajada de México en Quito.
Las autoridades lo trasladaron el lunes al Hospital Naval de Guayaquil, por "una posible descompensación por su negativa a ingerir alimentos".
El Servicio Nacional de Atención Integral al Adulto Privado de Libertad y al Adolescente Infractor (SNAI) confirmó el estado estable de Glas y anunció planes para su posterior retorno al Centro de Detención.
Las acusaciones contra Glas
La historia de la detención de Jorge Glas está enredada en una red de batallas legales e intrigas políticas.
Detenido por presunta malversación de fondos destinados a la reconstrucción tras el terremoto de 2016, Glas solicitó asilo en la embajada de México en Quito, sólo para ser detenido por las autoridades ecuatorianas.
El incidente no sólo ha precipitado un susto de salud para Glas, sino que también ha reavivado los fuegos diplomáticos.
La comunidad internacional, incluido el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, expresaron su preocupación por la posible violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y el derecho de asilo.
La trayectoria política de Glas, que abarca los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, se vieron empañada por su implicación en el escándalo de Odebrecht, que dio lugar a condenas anteriores.
Las declaraciones del Presidente Daniel Noboa
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, defendió con firmeza la detención en X, argumentando que era esencial para evitar la huida de Glas y subrayando una priorización de la justicia sobre los lazos diplomáticos. Afirmó: "No podemos permitir que criminales implicados en delitos graves pidan asilo".
La condena de México a la detención, calificándola de "clara violación del derecho internacional" provocó una paralización diplomática con Ecuador. El asunto escaló hasta la Corte Internacional de Justicia, lo que refleja la gravedad de la situación.
Además, la detención de Jorge Glas tensó las relaciones de Ecuador con otros países latinoamericanos. Brasil y Argentina han expresado su apoyo a México, y Nicaragua ha cortado sus lazos diplomáticos con Ecuador.
A pesar de un breve periodo de libertad conseguido mediante una petición de habeas corpus en noviembre de 2022, su última detención deja en claro las duraderas repercusiones políticas y diplomáticas de su caso.
Mientras la comunidad internacional permanece vigilante, este episodio pone a prueba los límites de la diplomacia, la justicia y el derecho internacional en América Latina.
