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Aukus está ganando impulso y adherentes

El pacto refleja un intento de preservar el equilibrio estratégico en el Indo-Pacífico.

A pesar de las críticas, Aukus gana terreno e interés internacional. Recientemente, se ha considerado la inclusión de Japón y Canadá en proyectos de defensa, aunque su adhesión formal aún parece lejana. (Foto: Haiyun Jiang/The New York Times).

El pacto refleja un intento de preservar el equilibrio estratégico en el Indo-Pacífico.

Desde que se anunció en 2021, Aukus ha generado hostilidad y escepticismo. China ha argumentado consistentemente que el pacto de seguridad entre Australia, Reino Unido y EEUU es una medida peligrosa que aumenta las tensiones regionales.

Algunos críticos occidentales de Aukus sugieren que su proyecto central, la provisión de submarinos de propulsión nuclear a Australia, puede que nunca se realice — y cumplir con este objetivo debe ser una prioridad para mantener la credibilidad del pacto.

A pesar de estas críticas, Aukus está ganando impulso y adherentes. Durante la semana pasada, los jefes de defensa de las naciones de Aukus anunciaron que estaban considerando invitar a Japón a participar en el desarrollo de nueva tecnología militar.

Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, también habló positivamente sobre desarrollar lazos con Aukus. La membresía formal de Aukus para Japón o Canadá —creando un Jaukus o un Caukus— probablemente esté todavía lejos. Pero está claro que ambos países ven a Aukus como un socio estratégico importante.

La queja de China de que Aukus ha aumentado las tensiones regionales interpreta la causalidad al revés. Beijing ha invertido dinero y recursos en su ejército. China también ha construido bases militares a lo largo de las aguas disputadas del Mar del Sur de China y ha intensificado la intimidación de sus vecinos — incluyendo a Filipinas, Japón, India y Taiwán.

Aukus no es la fuente de estas crecientes tensiones. En cambio, es parte del esfuerzo por restaurar la disuasión en la región equilibrando el creciente poder militar de China. Pero, la pregunta más importante sobre Aukus no es si está justificado, sino si es suficiente — y si seguiría siendo significativo en caso de que Donald Trump regrese al poder en EEUU.

Algunos analistas han propuesto la creación de un equivalente asiático de la OTAN — un pacto de defensa mutua que agruparía a todos los países del Indo-Pacífico que se sienten potencialmente amenazados por China o Rusia.

Las diferencias en las culturas estratégicas y políticas de los posibles socios hacen que una OTAN asiática sea casi imposible. La constitución de Japón impone serios límites al ejército del país.

El estatus diplomático de Taiwán —que no es reconocido como un país independiente por los posibles miembros de una OTAN asiática— es una complicación adicional. Aukus no crea una garantía de defensa mutua explícita como la OTAN. Sin embargo, ayuda a mejorar la cooperación militar, tecnológica y estratégica entre naciones de ideas afines.

El camino hacia la adquisición eventual de submarinos de propulsión nuclear (pero no armados nuclearmente) por parte de Australia será largo y complicado. Australia recibirá algunos submarinos nucleares de segunda mano de EEUU a principios de la década de 2030.

Los nuevos submarinos de Aukus, desarrollados con Gran Bretaña, no serían desplegados hasta una década después — para entonces tanto la tecnología como la política podrían haber evolucionado.

Los submarinos nucleares constituyen el primer y más sustantivo pilar del pacto de Aukus. El segundo pilar, en el cual Japón y Canadá tienen más probabilidades de participar, involucra el desarrollo de nuevas tecnologías estratégicas — en campos como la guerra de drones, la hipersónica, la guerra electrónica y la inteligencia artificial.

Mientras que Japón y Canadá poseen capacidad industrial y minerales críticos, no está del todo claro cuánto pueden contribuir. EEUU sigue dominando el grupo en términos de tecnología militar avanzada.

Una última crítica que resaltar sobre Aukus, a veces hecha en China o en el sur global, es que es un intento retrospectivo de preservar el poder de la influencia anglosajona.

Sin embargo, la asociación de Japón con el pacto socava esa idea. El vínculo fundamental entre los países de Aukus es que todos son democracias liberales, determinadas a prevenir que el Indo-Pacífico caiga bajo la influencia de una China autoritaria, en alianza con una Rusia revanchista.

El esfuerzo por colaborar mejor en seguridad es bienvenido. Pero aún queda mucho trabajo por hacer.

Comité editorial - Financial Times.

Puedes leer el artículo original aquí.

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