El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el jueves una ley que prohíbe a los gobiernos locales aplicar protocolos independientes de seguridad relacionados con el calor para los trabajadores.
Esta acción coincide con temperaturas récord en todo el estado, lo que aumenta la preocupación por el bienestar de los trabajadores al aire libre.
La ley, conocida como House Bill 433, no solo estandarizar los salarios mínimos: restringe a las autoridades locales la implementación de medidas específicas para proteger a los trabajadores de la exposición al calor, a menos que ya estén incluidas en las leyes estatales o federales.
También afecta a los procesos de licitación al eliminar los beneficios para los empleadores con normas superiores de seguridad contra el calor.
El representante estatal Bob Rommel apoyó el proyecto de ley, destacando su papel en el fomento de un entorno normativo uniforme, que considera fundamental para atraer y retener empresas en Florida.
Rommel sostiene que la coherencia de las normativas es clave para el crecimiento económico del estado y su reputación como lugar propicio para los negocios.
Esta acción legislativa anula posibles medidas de seguridad como las consideradas en el condado de Miami-Dade.
Estas medidas habrían ordenado protecciones esenciales como sombra adecuada, agua potable accesible y descansos frecuentes en los días calurosos. Sin embargo, la preocupación por el impacto económico en las empresas llevó a rechazarlas.
Los críticos, incluidos los grupos ecologistas y de derechos laborales, se han opuesto al proyecto de ley 433 de la Cámara de Representantes.
Afirman que la legislación favorece las ganancias económicas por encima de la salud y la seguridad de aproximadamente 2 millones de trabajadores al aire libre en Florida.
Dirigentes expresan su descontento con la nueva normativa
Luigi Guadarrama, del Sierra Club Florida, expresó su decepción, acusando a los líderes estatales de pasar por alto cuestiones como la crisis de los seguros y la seguridad de los trabajadores en medio de los crecientes desafíos del cambio climático.
Oscar Londoño, dirigente de WeCount, una organización de derechos laborales, calificó el proyecto de ley como extremo.
Señala que la influencia de los grupos de presión de la industria en sectores como la agricultura y la construcción están dando prioridad a los beneficios de las empresas por encima de la salud y la seguridad de los trabajadores.
La controversia en torno a este proyecto de ley se ve acentuada por estadísticas: entre 2010 y 2020, Florida registró 215 muertes relacionadas con el calor.
Los expertos creen que esta cifra es sólo la punta del iceberg, ya que es probable que muchos casos no se denuncien, especialmente entre los no ciudadanos o aquellos con problemas de salud preexistentes.
Con esta ley, Florida se alinea con Texas en la prohibición de que las jurisdicciones locales establezcan sus propias normas de seguridad contra el calor, en contraste con estados como California y Washington que cuentan con amplias protecciones para los trabajadores contra los peligros del calor.