Un estudio reciente de la Asociación Americana del Pulmón reveló una tendencia preocupante: casi el 40% de los estadounidenses viven en zonas contaminadas y están expuestos actualmente a un aire que no cumple las normas sanitarias.
El informe "Estado del aire", que celebra su 25 aniversario, muestra que 131 millones de residentes en EEUU viven en zonas plagadas de aire de mala calidad entre 2020 y 2022.
El estudio asegura que los días marcados por una calidad del aire "muy insalubre" o "peligrosa" han alcanzado nuevos máximos, superando todos los registros anteriores.
Katherine Pruitt, responsable de política de aire limpio de la asociación, expresó su preocupación por la disminución de los logros que en su día se celebraron bajo la Ley de Aire Limpio de 1963.
"Los cambios que ocurren en nuestro clima y con el calor y la sequía, y especialmente los incendios forestales, han comenzado a deshacer parte del progreso que hemos logrado. Es preocupante descubrir que tanta gente vive con una calidad del aire que amenaza su salud", explicó Pruitt.
Causas de las zonas contaminadas
Los incendios forestales, intensificados por el cambio climático, son ahora un importante factor de contaminación, lo que plantea un complejo reto a los responsables políticos. Los expertos en clima predicen un aumento del humo de los incendios forestales a medida que las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero calientan el planeta.
Así lo corrobora un estudio de la revista Nature del año pasado, según el cual el humo de los incendios forestales ha contrarrestado aproximadamente una cuarta parte de los beneficios para la salud logrados por la Ley de Aire Limpio.
Lisa Patel, pediatra del Stanford Medicine Children's Health, señaló a NBC News que la combustión de fósiles es el problema central. "Disponemos de la tecnología y del apoyo federal para las energías renovables; lo que falta es voluntad política", afirmó.
El informe, que analizó tres años de datos sobre la calidad del aire, asigna calificaciones en función de la exposición al ozono, a la contaminación por partículas a corto plazo y durante todo el año.
Resulta alarmante que casi 44 millones de personas vivan en regiones que no cumplen todos estos criterios.
Estas partículas diminutas son peligrosas, ya que pueden penetrar en los pulmones, entrar en el torrente sanguíneo y afectar a otros órganos, aumentando el riesgo de enfermedades como el asma, el cáncer de pulmón y las afecciones pulmonares crónicas.
Patel destacó el coste humano, señalando un aumento de los nacimientos prematuros ligados a los periodos intensos de incendios forestales. También observó un repunte de problemas de salud como infecciones nasales e irritación ocular durante estas épocas, especialmente notorio en su consulta pediátrica.
Altos niveles de contaminación
Por primera vez, las 25 ciudades con los niveles diarios más altos de contaminación por partículas se encuentran en el oeste de EEUU, predominantemente en California.
"Al principio de nuestra historia, gran parte de la contaminación por partículas procedía de centrales eléctricas alimentadas con carbón, fuentes de transporte y procesos industriales", comentó Pruitt.
“A medida que la Ley de Aire Limpio ha limpiado esas fuentes, los problemas de contaminación por partículas en el este de Estados Unidos se han vuelto mucho menos graves. Pero en Occidente, por supuesto, han tenido el mismo acceso a regulaciones y limpiezas, pero también están atónitos por el cambio climático y los incendios forestales”, agregó.
Los esfuerzos para reducir la contaminación persisten, con la EPA aplicando recientemente normas más estrictas para las emisiones de los vehículos y proponiendo normativas que obligan a recortar significativamente las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas para 2038.
Sin embargo, se avecinan grandes desafíos, especialmente tras una decisión del Tribunal Supremo de 2022 que restringió el alcance de la Ley de Aire Limpio en la contención de los gases de efecto invernadero.