Vino por tres meses para aprender inglés, luego volvió a su país a terminar sus estudios de ingeniería administrativa. Con el título bajo el brazo, la economía de su país por mal camino y un horizonte lleno de incertidumbres, Esteban Tijman hizo lo que muchos argentinos en el año 2000: irse a buscar “laburo” a otra parte.
Esta vez llegó para quedarse y echar los dados de la suerte en al área de Washington DC. Este empresario, propietario de una empresa especializada en cubrir la demanda de cortinas para edificios de oficinas públicos y privados, para comercios y otro tipo de negocios, acaba de ser elegido presidente latino de la Asociación de Constructores y Contratistas del Área Metropolitana, una industria donde los hispanos aportan con un buen porcentaje de la mano de obra, pero no son visibles en cargos gerenciales y muy pocos ostentan la titularidad en una empresa de construcción.
Su misión desde esta posición es seguir trabajando para fortalecer la industria de la construcción y de alguna manera visibilizar a los empresarios y trabajadores latinos de esta comunidad que están en esta industria. “Quiero seguir con las mismas ganas de ayudar de la misma forma que me ayudaron a mí”, dice Tijman, quien comenzó a ganarse un sueldo como un operario más.
Tijman nació en Buenos Aires y creció en la Concordia, una ciudad de unos 150 mil habitantes, en la provincia de Entre Ríos. De joven soñaba con ser piloto de aerolíneas comerciales, pero ni sus condiciones económicas ni las del país eran ideales para poner a volar su quimera. Debía existir alguna forma de conseguirlo y se le ocurrió que la ingeniería industrial era la puerta de entrada al mundo de la aviación.
La recesión en Argentina aparcó cualquier posibilidad de un empleo en su especialización. Aquí tenía a su tío Raúl Fainbraun, dueño de una empresa de construcción de casas de alto nivel. “Vení a ver qué podés hacer aquí”, con esa invitación se instaló en esta región.
Era el auge de empresas digitales y siendo ingeniero industrial relacionado con la parte administrativa buscó, sin suerte, trabajo en esa área. “Nunca imaginé que terminaría en la construcción, empecé de cero, como un obrero más en la compañía de mi tío”. Sin un empleo bien remunerado y los atentados del 11 de septiembre sus aspiraciones de ser piloto se desvanecían.
Un año y medio estuvo dándole al concreto o a la pistola de clavos en la empresa de su tío, después se fue a otra a hacer casi lo mismo. Su pariente lo llamó con una oferta tentadora: “Esteban hay la posibilidad de comprar un negocio de cortinas, pero no tengo ni tiempo ni ganas, ese puede ser un buen comienzo para vos”. No más taladros ni apisonadoras de hormigón, lo nuevo era visillos.

Una invitación para los latinos
“Desde hace 18 años soy dueño de Total Shading Solution. Distribuimos e instalamos todo tipo de cortinas para edificios públicos y comerciales y así es como me relaciono con el rubro de la construcción”, cuenta el flamante presidente de una de las industrias más dinámicas en el área metropolitana.
Tijman no es un recién llegado a la Asociación, antes ha pasado por varias funciones demostrando su buen hacer. “Me gustaría que los latinos asuman más cargos de liderazgo. Quiero invitarlos a participar, que sepan que esta Asociación está en 22 estados, yo represento a Washington DC y algunos condados de Maryland. Tenemos 500 miembros y la participación latina aún es muy poca”, asegura Tijman.
La importancia de la mano de obra latina en esta industria Tijman la constata a diario en sus visitas a los lugares de trabajo. No hay cifras oficiales, pero él aventura que tal vez un 80% de esos trabajadores vienen del sur. “Trabajan y se esfuerzan mucho y aunque hay diferencias en educación, cada vez más el trabajador latino está dándole importancia a la preparación académica de sus hijos y la segunda y tercera generación empiezan a ganar espacios”.

Para ser miembro de la Asociación no se necesita tener una gran empresa. Una compañía de uno o dos trabajadores, con el pago de una membresía, tiene los mismos derechos y beneficios que una grande. Los asociados reciben entrenamientos de seguridad, estimación de costos, talleres en plomería carpintería y otras disciplinas con alta demanda laboral. “Nuestras empresas están sedientas de este tipo de trabajadores”, apunta Tijman.
La presencia de este argentino y de Tatiana Ahlborn de Absolute Builders ha conseguido mezclar algo de cal y arena latina en la argamasa de esta Asociación. La traducción de los cursos de entrenamiento y certificaciones en seguridad laboral al español y la inclusión del Mes de la Herencia Hispana en la construcción son aportes conseguidos. Los constructores celebran la herencia latina organizando un encuentro para que los miembros se relacionen, compartan experiencias y contactos.
“No siempre es fácil -señala Tijman-, la organización tiene 65 años de existencia y cualquier cambio requiere mucho esfuerzo y tiempo, pero junto a Tatiana y Víctor Villavicencio (director de PCC Construction Components) le estamos poniendo muchas horas”.
Tijman, por quien del lado paterno corre por sus venas sangre judía de Bielorrusia y Turquía, es un ejemplo de adaptación y transformación. Ha hecho uso de lo que él define como “la transparencia con la que aquí se hacen las cosas, el esfuerzo y la participación”.
Un sueño alcanzado
Total Shading Solutions es una empresa con 10 trabajadores, ubicada en Gaithersburg. Está especializada en la fabricación de cortinas decorativas de uso manual o motorizado que se integran a los sistemas de iluminación para ahorrar energía, otras están adaptadas a la tecnología audiovisual para presentaciones y conferencias.
Entre sus clientes están los hospitales que piden asesoría en la calidad y el tipo de telas para dar luminosidad a las habitaciones. “Ponemos desde 20 a mil 200 cortinas por edificio. En el verano trabajamos en las escuelas, nos llaman arquitectos, contratistas y hacemos licitaciones”, asegura.

Con su trayectoria empresarial encaminada, recuperó el deseo postergado de volar. Consiguió su licencia de piloto y reafirmó lo que ya sabía: “solo el que se esfuerza mucho logra sus sueños”. Entre el manejo de su empresa, las visitas a los sitios de trabajo, la Asociación, llevar a sus hijos Santiago y Agustina a la escuela, a los partidos de fútbol o a las clases de danza, Tijman se da tiempo cuando puede para volar. También juega básquetbol, tenis y da largas caminatas en compañía de Messi, su fiel amigo de cuatro patas.