Joshua Dean, denunciante y antiguo auditor de calidad de Spirit AeroSystems, falleció el martes por la mañana tras descubrir defectos de fabricación en los aviones Boeing 737 Max.
El Seattle Times confirmó que Dean murió a causa de una enfermedad repentina que derivó en neumonía y una grave infección por SARM.
Denunciante muere por problemas respiratorios
A sus 45 años, Dean buscó inicialmente ayuda médica por problemas respiratorios, que empeoraron rápidamente a lo largo de dos semanas, provocando su prematura muerte.
Su tía, Carol Parsons, expresó su profunda conmoción por la rapidez del deterioro de la salud de Dean, desde los problemas respiratorios iniciales hasta sus últimos días en el hospital. "Nuestros pensamientos están con la familia de Josh Dean durante este difícil momento.
Su repentino fallecimiento es profundamente sentido por todos los que le conocían", declaró Joe Buccino, portavoz de Spirit AeroSystems.
Profesionalmente, Dean acusó a Spirit AeroSystems de comprometer la seguridad al descuidar el control de calidad en el proceso de producción del 737 Max. Sus afirmaciones formaban parte de una demanda más amplia de los accionistas contra la empresa el año pasado
Acusaciones a Boeing por fabricación inusual
El New York Times informó de prácticas de fabricación inusuales en Spirit, como el uso de jabón de fregar Dawn, vaselina y almidón de maíz como lubricantes improvisados durante la producción.
Tras plantear estos problemas de seguridad, Dean fue despedido de Spirit AeroSystems, como reveló a The Wall Street Journal en enero.
Comentando la tendencia de la empresa a restar importancia a los problemas para evitar trastornos. "En la cultura de Spirit, plantear demasiadas preocupaciones puede llevar desgraciadamente a represalias", había declarado Dean.
En un comunicado, Spirit negó estas acusaciones y afirmó estar dispuesta a defender sus prácticas ante los tribunales.
Segundo denunciante de Boeing
La reciente muerte de otro denunciante, John Barnett, se suma a la gravedad del caso de Dean.
Barnett, asociado a acciones legales contra Boeing, murió en circunstancias misteriosas descritas como una herida de bala autoinfligida durante su declaración.
"Los denunciantes desempeñan un papel crucial a la hora de arrojar luz sobre la mala conducta y la corrupción. Se requiere una inmensa valentía para adoptar tal postura", señaló Brian Knowles, el abogado que representó tanto a Dean como a Barnett.
Esta desafortunada serie de acontecimientos se produce en un momento en el que Boeing se encuentra bajo un intenso escrutinio por múltiples fallos en la garantía de calidad.
En una reciente convocatoria de resultados, Boeing informó de una pérdida neta de $355 millones, lo que indica la existencia de problemas profundamente arraigados en la empresa, según el consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun.
Mientras Boeing navega por estas crisis éticas y operativas, la comunidad aeroespacial y los reguladores permanecen vigilantes.