Los habitantes de Yasuj, una ciudad en la provincia iraní de Boyer Ahmad, se quedaron asombrados recientemente cuando empezaron a caer peces del cielo el pasado finde semana. Este peculiar fenómeno meteorológico, captado en vídeos virales, mostraba varios peces cayendo en picado a la tierra.
Los ansiosos lugareños recogieron los peces, maravillados ante este increíble suceso.
¿A que se debe la lluvia de peces?
El destacado analista meteorológico Jean Suriel, con más de 250.000 seguidores en X, compartió las impactantes imágenes y ofreció una explicación para este extraño suceso. Sugirió que "una tromba de agua sobre el Golfo Pérsico elevó a los peces desde la superficie del agua hacia el cielo".
A continuación, los peces quedaron suspendidos en el aire por las fuertes corrientes de viento antes de descender sobre la bulliciosa ciudad, cautivando a los espectadores de todo el mundo.
Este extraordinario acontecimiento meteorológico en Irán no es único. Suriel destacó sucesos similares en todo el mundo, como en Yoro, una ciudad hondureña donde los residentes observan hasta cuatro lluvias de peces al año.
Aunque el océano más cercano se encuentra a más de 70 kilómetros, muchos creen que las trombas de agua son las responsables, mientras que algunos lugareños atribuyen la autoría a las antiguas súplicas religiosas de un sacerdote español del siglo XIX.
Un fenómeno mundial
Incluso España experimentó su cuota de extraños aguaceros de animales, como el suceso de la "lluvia de ranas" en El Rebolledo, Alicante, durante 2007, que los analistas atribuyeron a tornados.
Estas lluvias de animales están profundamente arraigadas en la historia y el folclore humanos, con registros que se remontan a la antigüedad y a la época medieval. Por ejemplo, en 1848, Londres fue testigo de una lluvia de peces, y Estados Unidos informó de más de quince casos de lluvias de animales en el siglo XIX.
Aunque el consenso científico gravita hacia la explicación de la tromba de agua para estos extraños sucesos, el encanto de estos fenómenos trasciende los límites de la ciencia natural, aventurándose en los reinos de lo paranormal y lo místico.
Como tales, siguen encantando y desconcertando a la gente en todo el mundo. La reciente lluvia de peces en Irán sirve como recordatorio del capricho de la naturaleza y de los intrigantes misterios que aún desconciertan nuestra comprensión.
