Skip to content

El próximo capítulo en el drama de la televisión en línea

Las ofertas por Paramount Global demuestran hacia dónde podría dirigirse el entretenimiento audiovisual.

(Foto: Mark Abramson/The New York Times).

Las ofertas por Paramount Global demuestran hacia dónde podría dirigirse el entretenimiento audiovisual.

La batalla por Paramount Global es un espectáculo digno de Hollywood. La accionista mayoritaria, Shari Redstone, prefiere un acuerdo con Skydance de David Ellison por encima el interés conjunto de Sony y Apollo, enfrentándola contra los accionistas minoritarios y provocando la salida del CEO.

Pero también demuestra que se acerca el desenlace de un drama de la industria que lleva mucho tiempo desarrollándose. La probable venta de Paramount la señala como la primera gran víctima de las guerras de la televisión en línea. Podría no ser la última.

Cuando las empresas siguieron a Netflix en la transmisión de acceso directo o streaming, en línea, la entrada al mercado fue directa. Compañías tecnológicas como Apple aprovecharon sus bases de clientes existentes para atraer suscriptores, mientras que estudios venerados como Warner Brothers construyeron plataformas para su propiedad intelectual.

Todos los jugadores utilizaron sus líneas de negocio existentes y rentables —específicamente la televisión por cable para las empresas de medios— y el entorno favorable de préstamos para financiar películas y series llamativas.

Sin embargo, el camino hacia la rentabilidad ha sido más complejo. Las pérdidas iniciales en acceso directo, se veían como una inversión en participación de mercado. Pero el acceso directo también ha matado a la gallina de los huevos de oro de las empresas de medios, ya que los consumidores han "cortado el cable", en favor de las suscripciones.

En una carrera por ganar participación de mercado, Paramount, Warner Bros y NBCUniversal han invertido miles de millones en acceso directo. Con tasas de interés más altas, el crecimiento de suscriptores desacelerándose y las pérdidas en acceso directo aumentando, Wall Street ahora ha aumentado la presión sobre Hollywood.

A pesar de ser propietaria de franquicias emblemáticas como El Padrino y Misión Imposible —lo que hace a su estudio atractivo para los compradores— Paramount se ha debilitado por la caída del cable y los miles de millones que ha invertido en su tardía entrada a las guerras del acceso directo, Paramount+.

La calificación de deuda del grupo fue rebajada a basura por S&P en marzo. El destino de Paramount+ en cualquier adquisición no está claro. Pero otros gigantes mediáticos que han gastado mucho en plataformas de acceso directo sin obtener beneficios ahora también podrían tener que considerar fusionarse o venderlas.

La consolidación ha sido vista desde hace tiempo como inevitable en un mercado saturado, pero tiene sus desventajas. Hollywood es famoso por sus tendencias monopolísticas, y tener menos jugadores podría apretar aún más a actores y escritores, quienes hicieron huelga el verano pasado.

La reorganización podría acelerar la reducción de la industria, empujando a más personas fuera de la llamada Tinseltown. También amenaza con llevar a una oferta más limitada y menos contenido de alta calidad para los consumidores, quienes ya han visto aumentar los precios de los servicios en línea.

Por ahora, según los analistas, los jugadores más pequeños del streaming están tratando de emular al más exitoso, Netflix, introduciendo nuevos niveles de publicidad y aumentando sus bibliotecas de contenido.

Pero con las condiciones financieras en picada, el gasto en acceso directo ha disminuido desde su apogeo en la época de Covid. Los televidentes han comenzado a encargar menos títulos y a ordenar una proporción mayor de series sin guion, más baratas, incluyendo programas de realidad y documentales deportivos.

También están confiando en la propiedad intelectual existente para llenar sus arcas de contenido, ya que comprar franquicias populares conlleva menos riesgo financiero que nuevas comisiones. Muchos críticos han lamentado desde hace tiempo la excesiva dependencia de los estudios de cine en las franquicias.

Pero como lo demuestra la adquisición de Fox por Disney, la compra de MGM por Amazon y ahora las preguntas sobre qué sucederá con Paramount+, el futuro del streaming también podría ser de secuelas y series derivadas.

Esto destaca una nueva evolución en las guerras del acceso directo: los televidentes parecen destinados a parecerse más a la televisión por cable que desplazaron. Inicialmente, los espectadores se sintieron atraídos por opciones como Netflix por la promesa de contenido original sin publicidad. Pero la era de la "Televisión Pico", por ahora, al menos, puede haber terminado.

Comité editorial - Financial Times.

Puedes leer el artículo original aquí.

Últimas Noticias