Una redada policial fue llevada a cabo por el Departamento de Policía de la Universidad de Chicago (UCPD) el martes por la mañana. Aproximadamente 50 agentes participaron en la redada, retirando tiendas de campaña y barreras, reseña Chicago Tribune.
Iniciado el 29 de abril, el campamento estudiantil se mantuvo en gran medida pacífico. A pesar del final no violento de la protesta, el Presidente de la Universidad, Paul Alivisatos, sugirió que podrían producirse acciones disciplinarias. Alivisatos reconoció cierta coincidencia con los valores de los manifestantes, pero destacó una discordancia fundamental con las firmes demandas del grupo. Señaló: "Aunque encontramos puntos en común en algunos frentes, la naturaleza rígida de otras demandas entraba en conflicto directo con nuestro compromiso de imparcialidad."
En particular, en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago se produjeron graves enfrentamientos que se saldaron con 70 detenciones el pasado sábado. Estas acciones han encendido debates esenciales sobre la libertad de expresión, subrayados por la reafirmación del alcalde Brandon Johnson de su compromiso de proteger este derecho, equilibrando al mismo tiempo la seguridad pública.
La decana de los estudiantes, Michelle Rasmussen, reiteró la postura de la institución sobre la libertad de expresión, pero declaró que no se tolerarían indefinidamente las continuas perturbaciones. "Esperen más protestas, pero salvaguardaremos la funcionalidad y la seguridad de la universidad", afirmó.
Las críticas se han dirigido hacia la UCPD por su manejo táctico de la redada. El profesor palestino, Eman Abdelhadi, criticó el momento de la acción policial, argumentando que estaba calculada para apuntar al momento más vulnerable del campamento. El antiguo alumno e instructor de la Universidad de Chicago, Avi Waldman, se hizo eco del sentimiento, añadiendo que la operación preventiva al amanecer restringió el acceso a la zona a profesores y estudiantes.
