La Princesa Kate Middleton se prepara para su primera aparición pública después de su operación abdominal en enero, en medio de su lucha contra el cáncer. Mientras llega el día, la futura reina de Inglaterra fue noticia otra vez porque se dio a conocer -no de manera oficial- su importante fortuna.
Está claro que Middleton experimentó una gran transformación en su estatus financiero tras casarse con el príncipe William en 2011. Luego de comenzar su vida como plebeya, pasó a engrosar las filas de la familia real británica, sinónimo de riqueza y opulencia históricas.
Según el sitio especializado CelebrityNetWorth, la fortuna neta actual de Kate asciende a aproximadamente $10 millones, frente a la del Príncipe William, valorada en unos $100 millones.
El cálculo no incluye el Duchy of Cornwall, una propiedad real valuada en más de $1.000 millones, lo que demuestra la magnitud de la riqueza a la que Kate se asoció al entrar a ser parte de la Corona.
Esta considerable suma no incluye los fondos provenientes del Sovereign Grant, derivado de las ganancias de las posesiones de la familia real, que financian sus gastos oficiales, de viaje y del hogar.
Este fondo otorgó $109 millones a la familia real en el último año fiscal, lo que representa $1.63 por habitante en el Reino Unido.
La vida de Kate Middleton antes de William
Antes de casarse, Kate ya tenía una situación relativamente cómoda. Su familia heredó un fondo fiduciario que en 2014 valía más de $3,7 millones, según el Daily Mail.
Cuando Kate nació, su padre, Michael, era despachante de la compañía British Airways y su madre, Carole, era asistente de vuelo. Cinco años después de darle la bienvenida a Kate, Michael y Carole iniciaron un negocio llamado "Party Pieces".
La familia se hizo lo suficientemente rica como para enviar a sus tres hijos a una prestigiosa escuela privada, Marlborough College, y comprar un apartamento en Londres y la casa de la familia: una mansión en Berkshire.
No obstante, esta empresa familiar enfrentó adversidades financieras, acumulando una deuda de $3.2 millones para 2023 y reportó pérdidas superiores a $1.300.000 durante la pandemia, lo que finalmente condujo a su venta.
La Princesa, junto con su familia, reside entre tres propiedades significativas: Kensington Palace en Londres, Anmer Hall en Norfolk, un regalo de la Reina Isabel II, y Adelaide Cottage en Windsor, donde pagan alquiler.
Estas residencias reflejan tanto el estatus como la responsabilidad de sus ocupantes en representar la monarquía británica.
Su aparición después del diagnóstico de cáncer
El Ministerio de Defensa británico confirmó la participación de Kate Middleton el próximo 8 de junio en un evento militar como parte de los festejos por el cumpleaños de Rey Carlos III.
Este retorno muy esperado marca un momento significativo para la Princesa de Gales, quien no ha sido vista en eventos públicos desde la Navidad pasada.
Kate, que atraviesa un proceso de recuperación postquirúrgica, fue hospitalizada durante 13 días debido a su cirugía y desde entonces ha estado recuperándose en el Castillo de Windsor, acompañada de su esposo y sus tres hijos.
La noticia de su enfermedad y la posterior operación provocaron una inmensa preocupación entre el público y la expectativa por su regreso a la vida pública es alta, especialmente después de que el Príncipe William se ausentara recientemente de un evento en memoria de su padrino, el Rey Constantino de Grecia, por razones personales.