Un sistema de tormentas severas desató el caos en el norte de Florida el viernes, dejando un fallecido. Las fuertes condiciones climáticas derribaron árboles, destrozaron casas y provocaron interrupciones del suministro eléctrico.
Este fenómeno meteorológico extremo se suma a los crecientes desafíos a los que se enfrenta el sureste de Estados Unidos.
Las autoridades de la región sugieren que pudieron producirse varios tornados en todo el Panhandle de Florida, con daños considerables registrados en Tallahassee.
Caída de árboles por tormentas en Florida: reportan una fallecida
Desgraciadamente, el mal tiempo impidió al Servicio Meteorológico Nacional verificar estos sucesos con prontitud. Además, la oficina del sheriff del condado de Leon anunció la caída de un árbol sobre una casa que provocó la muerte de una mujer.
La tormenta provocó cierres generalizados que afectaron a las funciones educativas y gubernamentales.
Instituciones como las escuelas K-12, la Universidad Estatal de Florida, la Universidad A&M de Florida y varias oficinas gubernamentales cerraron para garantizar la seguridad pública.
También, las instalaciones emblemáticas de la Universidad Estatal de Florida, como el estadio Dick Howser y la carpa del circo "Flying High", sufrieron daños importantes.
La residente local Kathy Bryant experimentó una angustia considerable cuando su casa sufrió daños. Expresó su alivio por el hecho de que su nieta se encontrara en otro lugar en el momento de la tormenta.
Gobernador de Florida responde a las condiciones climáticas
En respuesta, el gobernador Ron DeSantis reconoció rápidamente los esfuerzos de los socorristas y comprometió importantes recursos estatales para ayudar a la recuperación.
Durante un discurso compartido en X, prometió un amplio apoyo estatal para ayudar a restablecer la normalidad.
El restablecimiento de la electricidad supuso un gran reto, ya que sólo en Tallahassee más de 60.000 clientes sufrieron cortes de luz.
Fuertes condiciones climáticas afectan a Florida
La región más amplia del sureste, que abarca partes de Florida y el sur de Georgia, vio cómo casi dos millones de personas corrían un mayor riesgo debido a esta climatología adversa.
El impacto se extendió por varios estados, entre ellos Alabama, Georgia, Misisipi, Tennessee y Carolina del Sur, provocando pérdidas de electricidad y grandes daños.
Con unas previsiones que indican un tiempo más inestable, los residentes del noreste y las llanuras se preparan para interrupciones en los planes del próximo fin de semana del Día de la Madre.