El mercado de las tabletas de gama alta revolucionó con el lanzamiento del iPad Pro 2024 y la Microsoft Surface Pro 10.
Ambas tabletas no solo exhiben una tecnología avanzada, sino que significan avances fundamentales en el mundo de los dispositivos informáticos personales de gama alta.
A partir de 999 dólares, el iPad Pro 2024 de Apple presenta una innovadora pantalla OLED combinada con el nuevo y potente chip M4, lo que sugiere una capacidad de rendimiento superior.
iPad Pro 2024 y la Microsoft Surface Pro 10 el nuevo salto a la tecnología
Esta tableta está pensada para quienes aprecian una pantalla de primer nivel y una potencia de procesamiento sustancial alojadas en un diseño elegante.
Por el contrario, la Surface Pro 10, a partir de 1.199 dólares, incorpora un pie de apoyo integrado y el dinámico Windows 11, lo que mejora su funcionalidad e idoneidad para entornos profesionales.
Aunque cada tableta aborda necesidades de consumo diferentes, ambas ofrecen características especializadas.
El iPad Pro 2024 se presenta a través de sus modelos de 11 y 13 pulgadas, equipados con una pantalla Tandem OLED que alcanza un notable brillo de 1.600 nits para contenidos HDR.
Este avance garantiza colores enriquecidos y negros más profundos, complementados por la frecuencia de actualización de 120 Hz de la tecnología ProMotion, que mejora la interacción táctil.
Características de iPad Pro y la Surface Pro 10
Por el contrario, la Surface Pro 10 cuenta con una pantalla PixelSense Flow de 13 pulgadas con una resolución de 2880 x 1920, que mantiene la viveza gracias a su revestimiento antirreflectante y a la mejora Dolby Vision.
Aunque carece de pantalla OLED, su rendimiento visual sigue siendo impresionante y vital tanto para la productividad como para el ocio.
El iPad Pro 2024 da un salto con el chip M4 de Apple, que ofrece núcleos de GPU y CPU ajustables que aumentan su rendimiento de forma significativa.
Mientras tanto, el Surface Pro 10 iguala el ritmo con los chips Meteor Lake de Intel, con opciones de hasta 64 GB de RAM, lo que lo convierte en una potencia a la medida de las tareas orientadas a la empresa.
Ambos dispositivos sobresalen no solo en pantalla y potencia de procesamiento, sino también en su oferta audiovisual.